Más de 1.300 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad visual
Por Reyes Gamez
Monterrey, México (Agencia de Noticias 3er Sector).- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recordó que ante situaciones de emergencia es necesario que la información que reciba la población sea incluyente y formatos de escritura accesible como es el Braille, ya que las personas con discapacidad visual deben ejercer su derecho a la información.
En el marco del Día Mundial del Braille, la ONU dijo que para más de 1.300 millones de personas que tienen algún tipo de discapacidad visual, la vida durante el confinamiento ha planteado varios problemas en términos de independencia y aislamiento, especialmente para las personas que dependen del uso del tacto para comunicar sus necesidades y acceder a la información.
"La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia fundamental de producir información esencial en formatos accesibles, incluido en Braille y en formatos audibles. De lo contrario, muchas personas con discapacidad podrían correr un mayor riesgo de contagio debido a la falta de acceso a directrices y precauciones para protegerse y reducir la propagación de una pandemia. El COVID-19 también ha revelado la necesidad de intensificar todas las actividades relacionadas con la accesibilidad digital para garantizar la inclusión digital de todas las personas".
El organismo recordó que en circunstancias normales, las personas con discapacidad tienen menos probabilidades de acceder a la atención sanitaria, la educación y el empleo y de participar en la comunidad. Tienen más probabilidades de vivir en la pobreza, están expuestas a tasas de violencia, abandono y abuso más elevadas y se encuentran entre los grupos más marginados de cualquier comunidad afectada por una crisis.
Durante la pandemia de COVID-19, partes del sistema de las Naciones Unidas han aplicado buenas prácticas para promover una respuesta al COVID-19 que tenga en cuenta la discapacidad y para difundir información en braille.
En Malawi, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha producido 4050 materiales en braille sobre sensibilización y prevención del COVID-19. En Etiopía, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) distribuyó entre los profesionales de los medios de comunicación material audio, educativo y de comunicación y elaboró versiones en braille de los mensajes educativos. UNICEF ha elaborado unas notas orientativas disponibles en varios idiomas y formatos accesibles (incluido el Braille y el sistema de lectura fácil). " COVID-19: Consideraciones para niñas,niños y adultos con discapacidades ' aborda cuestiones como el acceso a la información; el agua, el saneamiento y la higiene; la atención de la salud; la educación; la protección de la infancia; y la salud mental y el apoyo psicosocial, así como consideraciones para un lugar de trabajo inclusivo.
El 4 de enero es el Día Mundial del Braille. La festividad, que se celebra desde 2019, pretende crear mayor conciencia sobre la importancia del braille como medio de comunicación para la plena realización de los derechos humanos para las personas ciegas y con deficiencia visual.
¿Qué es el braille?
El braille es una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos que utiliza seis puntos para representar cada letra y cada número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos. Este sistema de escritura lo usan las personas ciegas o con deficiencia visual para leer los mismos libros y publicaciones periódicas que los impresos para la lectura visual y garantizar la comunicación de información importante para ellas y otras personas y representa competencia, independencia e igualdad.
Asimismo, el braille es un medio de comunicación para las personas ciegas, como se refleja en el artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y puede ser pertinente en los contextos de la educación, la libertad de expresión y opinión y el acceso a la información y la comunicación escrita, así como en el contexto de la inclusión social para las personas ciegas, como se refleja en los artículos 21 y 24 de la Convención.