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TIGRES UANL: Cómo un club erradicó un cántico homofóbico de su estadio

Inclusión Social
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Monterrey, México. - Durante un tiempo durante la pandemia, los aficionados al fútbol se acostumbraron al silencio del estadio. Cada gol, pase y celebración sonaba diferente sin el ruido familiar de las multitudes: el fútbol se separó de uno de sus elementos culturales más importantes.

Las canciones de las gradas son tan antiguas como el juego mismo, y la tradición del canto comunal es una parte arraigada de la historia humana, "la encarnación sobreviviente de una tradición popular orgánica viva", como lo expresó el músico Martin Carthy.

A medida que el juego evolucionó desde el siglo XIX, también lo hicieron la cultura, el comportamiento y la naturaleza de los cánticos que se escuchan en todo el mundo.

El sentimiento tribal creado en los estadios se ve reforzado por la naturaleza de los cánticos que los impregnan, con canciones que a menudo expresan la identidad grupal de un grupo de aficionados.

Y si bien los cánticos a menudo pueden ser alegres, esta dinámica significa que con demasiada frecuencia reflejan prejuicios sociales, con el racismo y la homofobia particularmente prevalentes.

En México, uno de esos cánticos es la palabra "Puto". El término se grita en los estadios cuando el portero del equipo contrario realiza un saque de meta. La palabra en sí se traduce como "gay" cuando se dirige a un hombre y "puta" cuando se dirige a una mujer.

En países de todo el mundo, se han realizado esfuerzos para erradicar los cánticos homofóbicos de los estadios. Sin embargo, en México, un club logró avances significativos en la eliminación del cántico "puto" de las gradas y estableció un plan para que otros lo siguieran.

Ese club es Tigres, con sede en San Nicolás de los Garza, una ciudad del área metropolitana de Monterrey.

"Durante mucho tiempo fue 'tradición' gritar y gritar la palabra 'puto'. Todos se reían. La gente lo consideraba cultural", dijo Marisol Rodríguez Hernández, Gerente de Impacto Social de Tigres.

“Las cosas comenzaron a calentarse más y la FIFA decidió multar a los equipos si sus fanáticos usaban ese cántico en el estadio. La Liga MX invitó a los equipos a tratar de hacer todo lo posible para cambiar este comportamiento. Lo que nos diferencia es que tratamos de tomar cosas y resolverlas. Queríamos marcar la diferencia".

El club comenzó a trabajar en formas de erradicar el cántico de su estadio y decidió incentivar a sus fanáticos y vincular la campaña al trabajo en la comunidad.

Hicieron un llamado a la acción a sus seguidores y les pidieron que corearan 'Tigres' en lugar del canto original, y si los fanáticos lo hacían, el club prometió remodelar una escuela primaria local.

"La idea era marcar una diferencia en la vida de otras personas", continuó Marisol. "Ese es el cambio de juego para los fanáticos porque se sintieron empoderados. Siempre hemos sido muy transparentes con nuestro trabajo, para que los fanáticos sepan que somos reales. Si decimos que ayudaremos, lo hacemos, lo que ayudó porque confían en nosotros". "

A pesar del llamamiento a la afición, el club no tenía idea de si funcionaría. Antes del saque inicial, Marisol recuerda el nerviosismo, sin saber si su mensaje había llegado a casa con los seguidores.

"Recuerdo ir al estadio y caminar por las explanadas, estaba muy nerviosa", recordó.

“Estaba caminando cerca de uno de los baños de hombres, y recuerdo haber escuchado a un fanático decirle a otro en voz alta y entusiasta: 'oye, recuerda, tienes que decir Tigres, tienes que decir Tigres'.

"Fue entonces cuando pensé que estaría bien y, afortunadamente, todos trabajaron juntos y hubo un alivio de que los fanáticos dijeran Tigres en lugar de la otra palabra".

Después de ese partido, Tigres y sus socios comerciales se dieron a la tarea de cumplir su promesa.

“Rehabilitamos seis escuelas, impactamos a más de 1,000 niños y lo lindo es que creamos trabajo voluntario e invitamos a nuestros fanáticos a ser voluntarios para ayudar con las escuelas primarias y los trabajadores de todas estas empresas”, dijo Marisol.

"Documentamos todo eso (las renovaciones), para que los fanáticos pudieran ver que cumplimos nuestra promesa en el partido que siguió. Entonces, en ese juego, dijeron 'Tigres' nuevamente".

Desde esos días en 2017, Marisol dice que la cultura y la tradición dentro del estadio han cambiado: los fanáticos no solo continúan usando el nuevo cántico, sino que también están facultados para denunciar a quienes van en contra de la nueva norma.

"Aprendí de esta experiencia que los resultados pueden ser sorprendentes cuando empoderas a los fanáticos para que hagan el bien y les das el poder de transformar las cosas.

Hasta el día de hoy, la gente todavía dice Tigres.

A veces, alguien grita la otra palabra y la gente dice: "Oye, no eres de Tigres. Debes ser del otro equipo porque aquí en Tigres no hacemos eso".