Monterrey, México. - Casi 4 mil 500 millones de personas en el mundo usan las redes sociales, sobre todo para conectar con personas que comparten sus mismas vivencias e inquietudes. El potencial de estos canales inspiró la creación de la primera red social enfocada en personas que lidian con un diagnóstico de cáncer, una enfermedad que padecen alrededor de 19 millones de personas en el mundo.
"El cáncer puede ser una enfermedad muy solitaria y es un gran apoyo emocional conectar con personas que están pasando o han pasado por una situación similar. Bone Marrow & Cancer Foundation (BMCF) lanzó CancerBuddy para ofrecer la primera red de apoyo geosocial a las personas que se enfrentan al cáncer", afirma Christina Merrill, fundadora y CEO de BMCF con sede en la ciudad de Nueva York, EE.UU.
Las redes sociales pueden ser de gran ayuda para quienes atraviesan una situación compleja. Su potencial ha llevado a conmemorar el Día Mundial de las Redes Sociales cada 30 de junio y sin duda, CancerBuddy es un ejemplo de cómo se puede utilizar una red social para ayudar a una comunidad, aplicando los principios del diseño centrado en el ser humano.
BMCF, que por 30 años ha apoyado a pacientes, cuidadores y sobrevivientes de cáncer a través de diversos servicios y plataformas, se acercó a frog, firma líder en diseño e innovación estratégica, para desarrollar la app, la cual permite hacer match a pacientes, cuidadores y sobrevivientes de cáncer.
Con base en la información de perfil del usuario, el algoritmo de CancerBuddy recomienda otros perfiles que comparten el mismo diagnóstico, edad, hospital, ubicación geográfica e intereses, entre otros filtros. Los usuarios pueden elegir con quién conectarse y el momento ideal para hacerlo, lo que les permite compartir experiencias e información significativa para encontrar el apoyo emocional necesario.
CancerBuddy y el diseño centrado en las personas
"frog ayudó con su experiencia en el diseño durante todo el proceso. El equipo comprendió realmente las necesidades de la comunidad y compartió ideas relevantes sobre cómo debería funcionar la aplicación, cómo debería sentirse y cómo debería verse", destaca Merrill.
La investigación de usuarios fue clave para el desarrollo del proyecto, ya que aportó empatía al proceso, permitiendo al equipo comprender las emociones, deseos y necesidades de las personas. A partir de este entendimiento se diseñó una app que realmente pone al usuario en el centro.
Mediante tres rondas de investigación con pacientes, sobrevivientes y cuidadores, el equipo de frog entendió que no basta una sola palabra para tratar de clasificar a los pacientes, es necesaria una descripción detallada sobre el estado en el que se encuentran, ya que el cáncer no es lineal. Asimismo, se consideraron aspectos como emplear una paleta de colores que brinda una sensación de calidez y bienvenida, porque es importante que quienes usen la app sientan tranquilidad al navegar en ella.
Al igual que los colores, las ilustraciones son sensibles al estado anímico de los usuarios y, por su parte, la tipografía es legible y accesible, pues uno de los efectos secundarios del cáncer en algunos pacientes se manifiesta en problemas de visión.
A tan solo unas semanas de lanzarse, la aplicación CancerBuddy ha registrado cientos de descargas y comentarios positivos. Ha sido importante recibir comentarios de personas que han encontrado el apoyo que necesitan en los momentos más difíciles de sus vidas. Por este motivo, BMCF ya está planeando añadir nuevos filtros que permitan poner en contacto a personas que se enfrentan a una pérdida, así como a las personas que buscan conectar para hablar sobre los efectos secundarios de su diagnóstico y tratamiento.
"Deseamos que CancerBuddy llegue a la comunidad que lidia con cáncer en todo Estados Unidos y, con el tiempo, tenga un impacto internacional. Sabemos que hay millones de personas en todo el mundo que encontrarán en CancerBuddy la ayuda que necesitan", concluyó Merrill.