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Mitos y realidades: el reciclaje de PET en la economía circular

Sostenibilidad
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Agencia de Noticias 3er Sector

Monterrey, Mexico.- El periodista ambiental e investigador español Carlos Cachán Alcolea, aseguró  que existen falsos mitos y realidades en torno al uso de los plásticos  que deben analizarse desde el rigor científico y técnico al precisar que  los plásticos ayudan a la sostenibilidad de este mundo, no ponen en peligro la seguridad alimentaria y además, se reciclan”.

Nadie se imagina un mundo sin agua. Un mundo sin alimentos. Un mundo sin casas. Un mundo sin prendas de vestir. Un mundo sin medicamentos. Un mundo sin medios de transporte (bicicletas, coches, trenes, barcos, aviones). Un mundo sin ordenadores, sin móviles, sin tabletas. Nadie. ¿Y un mundo sin plásticos? ¿Nos imaginamos un mundo sin plásticos?

Respecto a los falsos mitos y realidades sobre los plásticos, se pregunta: ¿todo el mundo sabe lo que es un plástico y conoce sus propiedades?.  En este sentido se encuentran  los antiplásticos, que  ponen su atención en la superficie del plástico, en su aspecto, en su apariencia. Y de su "observación epidérmica" sale un juicio demoledor: "los plásticos no son susceptibles de reciclaje, contribuyen a la contaminación, no resisten el calor excesivo, se derriten y liberan sustancias tóxicas".

CICLOPLAST y el  Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) de Valencia, España en 2015,  realizaron la Guía “Falsos Mitos y Realidades sobre Plásticos en Sostenibilidad, Reciclado y Seguridad Alimentaria”  con el objetivo ser una referencia para los profesionales del sector plásticos,  usuarios y consumidores.  Respondiendo a la necesidad de aclarar de forma técnica y científica 50 falsas creencias que existen sobre los plásticos y que se han instalado en la sociedad.

Mitos o verdades del reciclaje del PET

Mito: Los envases de PET son plásticos de un solo uso. 

Realidad: Los envases de PET son plásticos de un solo uso, pero de muchas vidas pues se pueden reciclar un número infinito de veces siempre que se dispongan correctamente. Las tecnologías existentes permiten que sus propiedades se mantengan durante el proceso como si fuera material virgen.

Mito: Los envases de PET contaminan los alimentos y son cancerígenos.  

Realidad: Los envases de PET son inertes, impermeables y resistentes y no generan ninguna reacción dañina al medio ambiente o a la salud de las personas. Además, protegen a los alimentos de contaminarse por posibles roturas o derrames. Estas características hacen de los envases de PET el material perfecto para empacar y conservar ciertos alimentos.

Mito: Los envases de PET son el principal material que está en los rellenos sanitarios.

Realidad: Debido a su valor económico, los envases de PET se recuperan desde distintas fuentes evitando que una gran parte llegue a los rellenos sanitarios. Los tipos de recuperadores son los siguientes: Consumidores que los separan en sus hogares. Pepenadores urbanos que recolectan los envases en las calles u contenedores que utilizan diversos fraccionamientos. Camiones de basura que separan los envases cuando la gente lleva sus residuos.

Mito: El reciclaje de los envases de PET utiliza más agua.

Realidad: Las tecnologías modernas de reciclaje utilizan una cantidad mínima de agua por kilo reciclado, misma que es debidamente tratada en plantas de tratamiento de agua de alta tecnología que permite utilizarla para múltiples aplicaciones.

Mito: El reciclaje de los envases de PET consume más energía que ningún otro material.

Realidad: El reciclaje de los envases de PET ahorra energía, de hecho, 55% menos de gasto de energía en comparación con la resina virgen y un 62% menos de emisiones de CO2 comparado con otros materiales debido a que son más ligeros para su transportación.

Mito: Los envases de PET no se reciclan en México.

Realidad: México es un caso de éxito en el acopio y reciclaje de envases de PET a nivel mundial y es líder en el continente americano al alcanzar tasas de recuperación de casi el 60% igualando a la Unión Europea y superando a países como Estados Unidos y Canadá.   

PetStar y ECOCE  firman acuerdo para frenar la contaminación por plásticos

PetStar, ECOCE y la industria refresquera mexicana firmaron el Acuerdo Global de la Nueva Economía del Plástico (The New Plastics Economy Global Commitment: Signatory Pack) liderado por la Fundación Ellen MacArthur y la ONU Medio Ambiente para crear soluciones para la producción y gestión de empaques de plástico y frenar la contaminación por plásticos,

La estrategia es promover la economía circular buscando la sustentabilidad de los empaques y reincorporarlos a la cadena de valor al final de su ciclo de vida, promoviendo un mundo sin residuos.

La meta para 2030 es que los empaques de la industria refresquera  sean 100% reciclables,  que contengan  al menos un 50% de material reciclado, y fomentar la recolección del 100% de los empaques que se pongan en el mercado.

Entre algunas acciones relevantes de PetStar  destacan: que es la planta de reciclaje de PET grado alimenticio más grande del mundo, liderada por la industria embotelladora mexicana.

Su modelo es un claro ejemplo de Economía Circular, al reciclar 1,647 millones de botellas de PET en 2018, equivalente a llenar 1.3 veces el Estadio Azteca, para reincorporarlas al ciclo de vida de las botellas. Cuenta con ocho plantas de acopio en siete entidades de la República Mexicana.

Un  66% de los envases de PET recolectados regresan al mercado y la resina reciclada de PetStar genera 88% menos emisiones de gases efecto invernadero vs. la resina virgen. Y  el 76% de la energía eléctrica empleada es de fuentes renovables.

Alrededor de 1.6 millones de toneladas de PET fueron acopiadas a través del programa ECO-RETO en 2,364 escuelas  con la participación de 547,169 alumnos en 22 ciudades de México.

Más de 12 mil toneladas de resina de PET se dejaron de utilizar gracias a los programas de aligeramiento de botellas. Y el 22% tiene un contenido promedio de PET reciclado (PCR) grado alimenticio o BioPET. El 100% de las botellas de Ciel, Sprite y Topo Chico están hechas en su totalidad de PET reciclado grado alimenticio.