El cambio climático amenaza claramente la paz y la seguridad internacionales
Los desastres naturales desplazan tres veces más personas que los conflictos
La salinización del agua y los cultivos pone en peligro la seguridad alimentaria. Tiene un efecto cada vez mayor en la salud pública. Las crecientes tensiones sobre los recursos y los desplazamientos de población afectan ya a todos los países
Naciones Unidas.- “Sabemos que la paz es más que la simple ausencia de la guerra. La paz es respeto, tolerancia y sociedades prósperas de gente viviendo en armonía con la sociedad y el medio ambiente”, dijo el Secretario General este viernes durante la ceremonia del Día Internacional de la Paz, que se celebra cada 21 de septiembre por mandato de la Asamblea General de la ONU.
Como es tradicional en esta jornada, António Guterres hizo sonar la campana de la paz, forjada con monedas y medallas donadas por los Estados miembros y niños de más de 60 países, y se dirigió a los asistentes para subrayar el peligro que supone el cambio climático, cuyos efectos generan fenómenos que, a su vez, producen conflictos.
Acción contra el cambio climático
Guterres explicó que dada la emergencia ambiental que vive el planeta, este año la efeméride está dedicada a instar a la acción contra el cambio climático precisamente por peligro que éste implica para la paz.
“Lo vemos en el empeoramiento de la contaminación del aire y en las olas de calor más cada vez más frecuentes. En el alza del nivel del mar y en la desaparición de lagos. En los patrones climáticos impredecibles y en la migración forzada”, apuntó.
“Los desastres naturales y los eventos climáticos extremos, muchos consecuencia directa del cambio climático, desplazan tres veces más gente que los conflictos. La competencia por los recursos produce tensiones entre las comunidades y los países. No es coincidencia que los países más vulnerables al cambio climático sean a menudo los más vulnerables al conflicto y la fragilidad.”
Evidencias
El Secretario General citó como ejemplo el caso del Sahel, donde los conflictos y el terrorismo se extienden, teniendo como uno de los grandes detonadores a las sequías agudizadas por el cambio climático, que llevan a los campesinos y pastores a competir por los escasos recursos y dan lugar a enfrentamientos y conflictos que producen crisis humanitarias y facilitan la operación de los grupos terroristas.
Apuntó que desde Asia Central hasta la cuenca del lago Chad y desde el Medio Oriente hasta el Cuerno de África se han reconocido los efectos adversos que tiene el cambio climático en la estabilidad de los países.
Respuesta urgente
Este escenario requiere una respuesta inmediata que incluya reforzar la reducción de riesgos contra desastres y la cultura de prevención.
“Estamos en una carrera contra el tiempo. Es urgente actuar contra el cambio climático para ganar la carrera y debemos hacerlo. Millones de personas lo piden hoy en todo el mundo”, enfatizó Guterres y agregó que es debido a esa emergencia que los líderes mundiales se congregarán el próximo lunes en la Cumbre para la Acción Climática.
Para ese cónclave, el titular de la ONU ha pedido a los participantes presentar planes concretos y ambiciosos para limitar en este siglo el aumento de la temperatura a 1,5 grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales, para alcanzar la neutralidad de emisiones de carbón hacia 2050 y para recortar un 45% esas emisiones para 2030.
De acuerdo con los estudios científicos, alcanzar esas metas es necesario para evitar una catástrofe en el planeta.
“Para vivir en paz y construir un mundo resiliente y próspero para todos, es crucial aumentar las ambiciones y emprender acciones contra el cambio climático”, concluyó Guterres.
El Día Internacional de la Paz fue establecido en 1981 y dos décadas después, en 2001, la Asamblea General decidió unánimemente designar la jornada como una de no violencia y alto el fuego, por lo que la ONU llama en esta fecha a todos los combatientes de los conflictos del mundo a un alto el fuego.