La ONU estima que 135 millones de personas podrían verse desplazadas por el grave fenómeno de la Desertificación
Ciudad de México.- SUEZ, empresa francesa líder en la gestión inteligente y sustentable de los recursos hídricos, se suma esta semana a la conmemoración del Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía, cuya finalidad, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, consiste en comprender las causas de estos fenómenos y crear mayor conciencia acerca de las iniciativas para combatir la degradación de las tierras.
Mediante la tecnología adecuada y con el apoyo de todos los sectores de la economía y de la sociedad, es posible disminuir el impacto de la degradación del suelo y el subsuelo, a través de la búsqueda de soluciones integrales que cuenten con un respaldo activo de las comunidades, las empresas y los 3 niveles de gobierno.
La Organización de las Naciones Unidas define la desertificación como la “degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, lo que se considera está siendo causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas”.
La ONU estima que para 2045 alrededor de 135 millones de personas en todo el mundo podrían ser desplazadas como consecuencia de la desertificación, pero el panorama es muy preocupante: se estima que para 2025, mil 800 millones de personas vivirán una escasez absoluta de agua y que 2/3 de la población mundial no dispondrán de suficientes recursos hídricos, lo que causará más muertes y desplazamientos humanos que cualquier otro desastre natural.
El impacto de la actividad humana es significativo, ya que las actividades del uso de suelos representan casi el 25% de las emisiones globales de CO2, los factores que elevan la gravedad del problema son la pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego.
Por lo tanto, hacer un uso eficiente de los recursos hídricos, junto con un uso más racional y sostenible de las tierras, son fundamentales para que la humanidad pueda enfrentar con éxito el enorme reto que representa el cambio climático.
Alrededor del mundo se observa un mayor compromiso de los ciudadanos, lo que está llevando a los gobiernos a adoptar un enfoque ante la sequía y la desertificación que está pasando de reactivo a proactivo, las autoridades mexicanas, a través de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y el Programa Nacional Contra la Sequía (PRONACOSE), cuentan con políticas públicas que ayudarán a abordar el problema, sin embargo aún falta mucho por hacer con el apoyo de las empresas y los gobiernos.
En línea con la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, Grupo SUEZ que este año sumará 50 años de presencia en México, refrenda su compromiso de colaborar en el cuidado del medio ambiente mediante el uso sustentable de los recursos hídricos.
Como ejemplo de ese compromiso, SUEZ continuará impulsando en México iniciativas que ayuden a un mejor aprovechamiento del agua, como en el caso de la producción de agua reutilizada para el desarrollo de los viñedos de Baja California.
Para dar una idea de lo importante del proyecto, 90% de la producción de vino en México proviene de Baja California, generando 7 mil empleos indirectos y 43 millones de dólares en ventas. Sin embargo, esta actividad se vio en peligro por los 40 meses de sequía continuos que sufrió la región del Valle de Guadalupe, donde alcanzó una extracción de 42 Hm3/año por una recarga de 23 Hm3/año.
Tras una etapa experimental de 5 años y la realización de más 3,500 análisis, mediante los se cuales se evaluó la calidad actual de los pozos de agua dulce utilizada para riego, la calidad del agua recuperada de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) “La Morita” y sus efectos sobre las características de las uvas, que fueron analizadas y se encontraron libres de metales pesados y patógenos.
Los beneficios de llevar el agua recuperada producida por la PTAR La Morita al Valle de Guadalupe incluyen la irrigación de 5,000 hectáreas y la creación de 500 empleos directos en la región, así como la producción de botellas de vino usadas para demostraciones.
Además de reciclar el agua, es fundamental tener la tecnología que permita devolver al subsuelo la mayor cantidad posible del esencial líquido, por ejemplo, en la Ciudad de México, un 75% de los habitantes del área metropolitana dependen de los recursos de agua subterránea.
En el caso de la Ciudad de México, Grupo SUEZ provee la tecnología que permite devolver agua al subsuelo, recargar mantos acuíferos subterráneos desde el bosque de Chapultepec, ganó en 2015 la licitación para construir una planta de tratamiento de aguas residuales de capacidad de 170 litros por segundo, con la finalidad de aprovechar sus aguas tratadas para: riego de áreas verdes, llenado de lagos recreativos, e inyección de agua en el subsuelo para mitigar la sobreexplotación de las aguas subterráneas de la ciudad.
Posteriormente en 2016, instaló una planta que permite reinyectar agua al subsuelo: mediante este proyecto, el Bosque de Chapultepec ha alcanzado una tasa de 100% de reciclaje de aguas residuales y una planta de tratamiento dedicada a la recarga del acuífero con una capacidad de 6,900 m³/h.