Monterrey, México, Agencia de Noticias 3er Sector.- El desarrollo de infraestructuras de carga no solo facilita el uso de vehículos eléctricos, sino que también proporciona una variedad de beneficios ambientales que son fundamentales para la sostenibilidad global y regional.
La electromovilidad se ha convertido en una herramienta crucial para abordar los problemas ambientales actuales. En el epicentro de esta transición están los fabricantes de autos eléctricos y también las empresas proveedoras de infraestructura de carga, como Evergo, líder en la instalación de infraestructuras de carga para vehículos eléctricos (EV) en América Latina.
Los beneficios ambientales de la electromovilidad que podemos observar son:
Reducción de gases de efecto invernadero (GEI): La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es uno de los principales beneficios de la electromovilidad. A diferencia de los vehículos de combustión interna, los vehículos eléctricos no emiten dióxido de carbono (CO2) ni otros contaminantes nocivos cuando funcionan.
Menor dependencia de energías no renovables: La importancia de la infraestructura de carga es crucial para respaldar la transición hacia una movilidad más sostenible, especialmente en América Latina, donde las ciudades se enfrentan a niveles elevados de contaminación. La huella de carbono se reduce significativamente gracias a la dependencia de los vehículos eléctricos de los combustibles fósiles.
Mejora de la calidad del aire: La calidad del aire en muchas ciudades de América Latina es alarmante, con altos niveles de contaminantes que afectan la salud pública y el medio ambiente. Los vehículos eléctricos, al no producir emisiones de escape, son una solución eficaz para mejorar la calidad del aire. Al reducir la cantidad de vehículos de combustión interna en las calles se disminuyen los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas (PM).
Conservación del medio ambiente: la eficiencia energética de los vehículos eléctricos supera la de los vehículos de combustión interna, lo que significa que se consume menos energía y, por lo tanto, se reduce la explotación de recursos naturales.
Disminución de la contaminación acústica: la reducción del ruido es uno de los beneficios menos mencionados pero igualmente significativos de los vehículos eléctricos. Los vehículos eléctricos reducen la contaminación acústica en las ciudades porque son mucho más silenciosos que los vehículos de combustión interna. Una disminución del ruido hace que las ciudades sean más tranquilas y las personas tengan una mejor calidad de vida.
Impacto positivo en la economía familiar: el costo por kilómetro recorrido en un vehículo eléctrico es aproximadamente un 50% más barato que en un automóvil de gasolina. Esta diferencia se traduce en un ahorro significativo para las familias que optan por los EV y que están más comprometidos con el medio ambiente, las familias tendrán más dinero para destinar a temas como instalación de paneles solares, reduciendo aún más su huella de carbono; o bien a la compra de productos ecológicos, fomentando el mercado de productos sostenibles e incluso para realizar mejoras en eficiencia energética como electrodomésticos de bajo consumo.
Mejor cumplimiento de iniciativas ASG por parte de las organizaciones: La electrificación de las flotillas se está consolidando rápidamente como una tendencia indispensable para que las organizaciones enfrenten el reto de reducir su huella ambiental y cumplir con los objetivos ASG (ambiental, social y de gobernanza), al mismo tiempo que reducen significativamente sus costos operativos (TCO).