Por Javier Treviño Cantú
Ciudad de México. El viernes pasado, muy temprano en la mañana, estaba escribiendo esta columna cuando recibí un WhatsApp que decía: Buen día, ya cantó el gallo, ya es viernes 23 de octubre, se conmemora el día de San Germán. Y en la retahíla de efemérides recordaba algo muy local. El 23 y 24 de octubre de 1913, Monterrey, que era ya la capital industrial de México, sufrió una serie de combates conocidos como “La otra batalla de Monterrey de 1913”. Tropas federales y brigadas paramilitares al mando del gobernador de Nuevo León, Salomé Botello, leal a Victoriano Huerta, defendieron la ciudad del ataque carrancista, que trataba de derrocar a Huerta, tras el asesinato del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez.
El 26 de marzo de ese año, el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, proclamó el Plan de Guadalupe, desconoció a Huerta como presidente de la República, así como a los Poderes Legislativo y Judicial de la Federación y a los Gobiernos Estatales que reconocieran al régimen huertista como legal. Estableció el Ejército Constitucionalista, con Carranza como Primer Jefe y encargado del Poder Ejecutivo.
La mañana del 23 de octubre, alrededor de cuatro mil soldados de las fuerzas revolucionarias encabezadas por Antonio I. Villarreal, Jesús Carranza y Pablo A. González atacaron exitosamente a las fuerzas huertistas. Tras fracasar en diversos ataques por tomar la plaza, la mañana y tarde del 24 de octubre, los jefes carrancistas decidieron retirarse de Monterrey con una dolorosa derrota. Sin embargo, unos meses después, en abril de 1914, finalmente los revolucionarios tomaron Monterrey. Victoriano Huerta se encontraba en franco desmoronamiento y el triunfo del movimiento revolucionario constitucionalista era inminente.
El próximo año libraremos “la batalla por Nuevo León”. El 2021 se vislumbra como el año que viviremos en peligro. Y me preocupa lo que un amigo me dijo hace unos días: “¿Sabes qué es lo peor de todo? El talento se fue del gobierno y ahora el talento se irá del país”. Si lo reflexionamos, así ha sido en los últimos años tanto en el caso del gobierno federal como en el de Nuevo León. Y corremos el riesgo de perder muchos cerebros si no ponemos un remedio. La batalla por Nuevo León es por el talento que necesitamos en el gobierno.
Los gobiernos estatales y municipales tienen una responsabilidad crucial para promover el desarrollo económico de sus comunidades. No importa mucho quiénes son los que van a la cabeza en la carrera de caballos de las encuestas hoy. La popularidad de un(a) candidato(a) no es la mejor receta para el buen gobierno. Gobernar es cosa seria. Hace unos días hablé de eso en este sitio (“Nuevo León 2021" https://bit.ly/37CF78n). Lo importante es saber si quienes aspiran a gobernar el Estado tienen la preparación y la capacidad para desarrollar una visión estratégica e implementarla eficazmente.
La turbulencia, incertidumbre y frustración cada día es mayor. Las fuerzas de la naturaleza, la demografía y la tecnología están reescribiendo el futuro. Tal vez el problema está en el gobierno federal y la solución está en los gobiernos estatales. Si el gobierno federal no le entra a los retos globales del siglo XXI, ni a la reactivación económica después de la pandemia, los estados sí tienen que hacerlo. Los gobiernos estatales son los que están tomando medidas para reducir la huella de carbono, fortalecer la economía digital, reducir la desigualdad. La inversión extranjera directa llega a los estados. La innovación y la productividad se genera en los estados.
Nuevo León tercer estado en aportación al PIB
El gobierno federal no desaparecerá, es cierto, pero los gobiernos de los estados tienen mejores instrumentos para el uso del poder. Los estados y las ciudades son los que están definiendo los nuevos parámetros de las relaciones internacionales. En 1950 había solamente en el mundo 80 ciudades de un millón de habitantes; hoy son 550.
La razón por la que los estados son importantes es porque generan una proporción significativa del PIB. Pero la incompetencia da malos resultados. Nuevo León es el tercer estado que más aporta al PIB y es el octavo en participaciones federales (https://bit.ly/3mhowvc). Jalisco es el que tiene la mejor relación entre aportación al PIB y participaciones federales.
Nos merecemos algo mejor. El desarrollo económico de Nuevo León requiere un ambiente de negocios estable y seguro; infraestructura física de calidad; calles, avenidas, carreteras; agua, manejo de los desechos; tecnologías de la información y comunicación; vivienda y transporte público eficiente; servicios de salud, educación de calidad, guarderías; sustentabilidad, medio ambiente sano; instrumentos para ayudar a las empreas a sobrevivir y crecer, incentivos para crear nuevos negocios; desarrollo de la fuerza de trabajo, capacitación, formación de talento; promoción de la investigación y desarrollo; cultura y recreación; mejorar la calidad de vida, abatir el hambre y la pobreza extrema. Se requiere un gobierno que garantice el estado de derecho, regulaciones transparentes y manejadas eficientemente con un mínimo de burocracia.
No podemos esperar mucho del gobierno federal. Ellos tienen sus ideas peculiares y deben cumplir con su misión de política fiscal, grandes proyectos de infraestructura y programas sociales. Pero los gobiernos estatales son los que complementan el esfuerzo nacional; son los que aseguran la participación activa de todos los jugadores en las comunidades para hacer frente a los problemas que enfrentan las economías locales; son los que empujan las iniciativas de desarrollo.
Sin duda, una comunidad local fuerte es el cimiento de una nación próspera. Pero requiere apoyo y financiamiento. Por lo general, los gobiernos estatales están posicionados idealmente para entender y responder a las necesidades económicas y a los retos que enfrentan los ciudadanos, pero no tienen los recursos suficientes para hacerlo. Se requiere a) financiamiento; b) un marco legal favorable; c) un diálogo eficaz entre el Estado y el gobierno fedderal, para que se conozcan las necesidades y preocupaciones y el Estado cumpla puntualmente con los procedimientos para obtener los recursos.
¿Qué deberíamos esperar de quien sea el(la) próximo(a) gobernador(a) de Nuevo León? Que entienda los siguientes 10 puntos sobre el desarrollo económico:
No es un fin en sí mismo, sino un medio importante para que la gente tenga una mejor calidad de vida, la que ella escoja. Las generaciones futuras deben tener las mismas oportunidades, o mejores, que las de hoy.
Es participativo. Se basa en asociaciones y alianzas entre autoridades locales, el sector privado y organizaciones de la sociedad civil. La comunidad es la dueña de las iniciativas.
Construye capital social, conecta al gobierno con sus comunidades y genera innovación para atender las necesidades locales. Hace realidad los fines de la comunidad: mejores empleos, menos pobreza, sustentabilidad, inclusión de grupos marginados.
Las iniciativas no están escritas en piedra, varían apliamente dependiendo de las necesidades y condiciones locales. El desarrollo económico es un proceso de largo plazo que se enfoca en construir comunidades incluyentes y fuertes.
El gobierno estatal tiene que ser ejemplo de liderazgo. Es el que está más cerca de la gente, conoce sus activos y pasivos y los temas que preocupan a las comunidades. Es el único que puede convocar a todos los interesados.
El gobierno estatal tiene que apoyar a las empresas. Debe retener, fortalecer y expandir las empresas existentes en la comunidad. Es lo mínimo que puede hacer. Esos negocios ya existen y contribuyen con empleos, ingresos e impuestos.
¿Le confiarías tu futuro al que es popular en las encuestas?
Ante el reto del TMEC y el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, el gobierno estatal tiene que atraer inversiones de empresas globales, promover clusters en donde las cadenas de valor estratégicas se benefician por la proximidad, habilidades relevantes, innovación, productividad y competitividad.
El gobierno estatal debe fomentar el emprendedurismo y apoyar a quien quiere crear micro, pequeñas y medianas empresas. Se requieren mentores, estudios de factibilidad, sondeos de mercado, planes de negocios, licencias, permisos, aceso al capital, seminarios, incubadoras de negocios, desarrollo de capital humano. No basta con ferias de empleo. El gobierno estatal debe poner atención a la economía informal. Con bajos ingresos, sin protección social, no es un camino para salir de la pobreza. El reto es formalizar.
El gobierno estatal puede apoyar la innovación y la sustantibilidad, mejorar la eficiencia energética, desarrollar sistemas de transporte público sustentables, reciclar basura, tratar el agua residual, limitar las emisiones de gases, aumentar el uso de energia renovable y tecnología verde en las instalaciones del gobierno, favorecer a las empresas locales que compren productos y servicios verdes.
El gobierno del estado debe ser promotor de la cultura, no sólo de las actividades artísticas, literatura, pintura, drama, escultura, fotografía, música, danza, sino también de las industrias culturales de radio, cine, televisión, producción de música, edición de libros, nuevos medios, internet, videojuegos. Los jóvenes que entran en la producción cultural desarrollan confianza en ellos mismos, creatividad e imaginación.
Los retos que tenemos son enormes. El gobierno del Estado debe ponerse en la línea de combate. El gobernador es quien ve a la gente cara a cara, todos los días, sabe de su capacidad, de sus necesidades y aspiraciones. Lo que se requiere es liderazgo para generar desarrollo económico incluyente.
¿Cómo está nuestro capital social en NL? ¿Hay confianza o desconfianza? ¿Nuestros valores y creencias nos abren oportunidades o las cierran? Para lograr el desarrollo económico en el estado, y para que sea efectivo, equitativo, sostenible, se requiere construir una gran alianza. Las alianzas construyen confianza y nos permiten una asociación de largo plazo.
Hace seis años en un video propuse una visión de futuro de Nuevo León http://bit.ly/1nV7bGQ y escribí 18 preguntas y respuestas http://bit.ly/1pbTgIh. Complementé mi visión de futuro de Nuevo León con 15 tuits que incluyen las condiciones para que Nuevo León se convierta en un estado exitoso https://bit.ly/35xOPpU. Aunque hubo quienes me criticaron, el tiempo me dio la razón.
Hoy es el momento de dar la batalla por Nuevo León. ¿A quién le confiarías tu futuro? ¿A quien sea muy popular en las encuestas pero que no tenga la preparación, capacidad, experiencia, visión y honestidad para gobernar? Gobernar es cosa seria.
*Javier Treviño Cantú es Director General de Políticas Públicas del Consejo Coordinador Empresarial.
Twitter: @javier_trevino
Podcast: https://anchor.fm/javier-trevi361o