Desde la firma del Protocolo de Montreal, la capa de ozono ha presentado una mejoría importante
Especialista de la UANL señala que se espera que para el 2060 se restablezcan sus condiciones
Por Marco Córdova
Monterrey, México, UANL (Punto U).- A 33 años de que se prohibiera de manera gradual la producción mundial de las sustancias agotadoras del ozono, establecida en el Protocolo de Montreal, la capa de ozono se ha ido recuperando.
El Dr. Juan Manuel Alfaro, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la UANL, señaló que el adelgazamiento de la capa de ozono registrado en los polos sur y norte ha mostrado una leve mejoría desde que se firmó el acuerdo.
“En el polo sur se han llegado a registrar menos de 100 Unidades de Dobson en los meses de octubre de los años más críticos, y en la actualidad anda alrededor de los 150-200”, señaló el especialista en química de la atmósfera.
Asimismo, en marzo de este año se registró una situación inusual en el Ártico, mostrando el deterioro más grande de la última década en la capa de ozono en el Polo Norte, sin embargo, para el mes de abril se recuperó completamente. Aunque Alfaro descartó que esto sea un efecto de la falta de movilidad por la pandemia del COVID-19.
“Se está recuperando a partir de la firma del Protocolo de Montreal”, indicó, “se espera una recuperación más o menos en el año 2060, que tenga una concentración a la fecha en que se aprobó el protocolo”.
Protocolo de Montreal
Forma parte del Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono.
Se enfoca en la eliminación de las emisiones mundiales de sustancias que dañan la capa de ozono.
Fue negociado en 1987 y entró en vigor el 1 de enero de 1989.
Todos los miembros de las Naciones Unidas, la Santa Sede, los estados federados de Micronesia y la Unión Europea lo han ratificado.
¿Cuál es la función del ozono?
En la estratósfera, el oxígeno molecular (O2) se descompone en dos átomos por los efectos de la radiación solar y se recombinan con otras moléculas de oxígeno para formar el ozono (O3).
Estas reacciones permiten un equilibrio en la generación de ozono, cuya función principal es absorber precisamente la radiación solar y evitar que llegue a la tropósfera, lo que genera graves daños de salud a los humanos y a todos los seres vivos del planeta.
No obstante, este ciclo se descompone por la presencia de las llamadas sustancias agotadoras de ozono (SAO), que son clorofluorocarbonos (CFC) y que, hasta antes del Protocolo de Montreal, se utilizaban en refrigerantes, sistemas de calefacción, aerosoles, extintores de fuego, pesticidas clorados, entre otros productos.
“No se establece el equilibrio por la presencia de contaminantes compuestos que llegan hasta la estratósfera y que descomponen este ciclo”, indicó el investigador de la FCQ.
“Y provocan que ya no se forme el ozono, sino que participan otras sustancias que derivan en la formación de sustancias que van a degradar o no van a dejar que se forme el ozono”.
¿Por qué se concentra el ozono en los polos?
Las sustancias agotadoras de ozono son muy estables, es decir, son liberadas a la atmósfera y pueden permanecer en el aire por lapsos de tiempo muy prolongados, explicó Alfaro.
Esto ocasiona que las SAO se arrastren a alturas mayores por los vientos y lleguen a la estratósfera, donde las corrientes de aire las dirigen a los polos y se van acumulando ahí ante las bajas temperaturas que predominan en esas regiones.
A estas especies de reservorios que se forman se les llama nube estratosférica polar, que son ricas en estos contaminantes y los cuales reaccionan en la primavera, cuando hay radiación solar, degradando al ozono.
Pese a la recuperación de la capa de ozono y que la producción de las SAO ya fue prohibida, el especialista hizo un llamado a estar conscientes de esta problemática y cuidar de la salud personal ante los rayos del sol.