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La falta de unidad mundial en la respuesta al coronavirus, una estrategia para el fracaso

Inclusión Social
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La salud no es un lujo, si no una necesidad, ni tampoco es un costo, si no una inversión en el bienestar de todos

Naciones Unidas.- Los países han ignorado las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y como resultado el COVID-19 se ha extendido por todo el mundo y ahora se intensifica en el Sur Global, donde su impacto puede ser aún más devastador, advirtió el Secretario General de la ONU este lunes.

Durante la inauguración de la anual Asamblea Mundial de la Salud, en la que participan los 194 Estados miembros de la Organización, Guterres recalcó que se necesita de un esfuerzo masivo y combinado de todos los países para hacer frente a la pandemia de coronavirus que ha “puesto de rodillas” al mundo a pesar de los avances científicos y tecnológicos de las ultimas décadas.

“Hemos visto algo de solidaridad, pero muy poca unidad, en nuestra respuesta al COVID-19. Los países han seguido diferentes y hasta contradictorias estrategias, y por eso estamos todos pagando el precio”, afirmó el Secretario General.

Guterres reiteró su llamado para que más naciones aborden el impacto de la pandemia en la salud, así como sus consecuencias económicas y sociales. "A menos que controlemos la propagación del virus, la economía nunca se recuperará", explicó.

También recordó que se necesita apoyo que mantenga a los hogares a flote y a las empresas solventes con un énfasis en los más vulnerables como las mujeres, las personas mayores, los niños y aquellos que ganan poco.

“Si bien los países desarrollados pueden hacer esto por sí mismos, debemos aumentar enormemente los recursos disponibles para el mundo en desarrollo”, dijo.

El Secretario General dijo que “todos estamos pagando un precio muy alto y reiteró su pedido al grupo de naciones del G20 para que considere lanzar un paquete de estímulo equivalente a un porcentaje de dos dígitos del PIB mundial.

Apoyo a la Organización Mundial de la Salud

“La Organización Mundial de la Salud es irremplazable y necesita más recursos, particularmente para brindar apoyo a los países en desarrollo, lo que debe ser ahora nuestra mayor preocupación”, afirmó Guterres.

El Secretario General dijo que proteger a los más vulnerables no es una cuestión de caridad o generosidad sino de interés propio.

“El Norte Global no puede derrotar al COVID-19 al menos que el Sur Global lo derrote al mismo tiempo”, explicó.

Al reconocer los llamados de algunos países para investigar cómo la nueva amenaza de coronavirus se propagó tan rápidamente, el jefe de la ONU insistió en que era demasiado pronto para hacerlo.

"Las lecciones aprendidas serán esenciales para abordar eficazmente desafíos similares que puedan surgir en el futuro", dijo. “Pero ahora no es ese momento. Ahora es el momento de la unidad, de que la comunidad internacional trabaje en solidaridad para detener este virus y sus devastadoras consecuencias. No podemos contemplar un futuro de miedo e inseguridad. O superamos esta pandemia juntos, o fallamos”, concluyó el titular de las Naciones Unidas.

Lecciones para el mundo

El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus aseguró que todos tienen lecciones que aprender de la pandemia, y que cada país debe autoevaluarse y tomar nota para el futuro. 

“La Organización Mundial de la Salud está comprometida con la transparencia, la rendición de cuentas y la mejora continua. Para nosotros, el cambio es una constante. De hecho, los mecanismos de responsabilidad independientes existentes ya están en funcionamiento, desde que comenzó la pandemia”, dijo.

Este lunes el Comité Asesor de Supervisión Independiente ha publicado su primer informe sobre la pandemia, con varias recomendaciones tanto para la Secretaría de la Organización como para los Estados miembros.

“En ese espíritu, acogemos con beneplácito la resolución propuesta ante esta Asamblea, que exige un proceso gradual de evaluación imparcial, independiente y completa. Para ser verdaderamente integral, dicha evaluación debe abarcar la totalidad de la respuesta de todos los actores, de buena fe”, agregó.

Tedros anunció que iniciará una evaluación independiente lo antes posible para revisar la experiencia adquirida y las lecciones aprendidas, y para hacer recomendaciones para mejorar la preparación y respuesta ante una pandemia nacional y mundial.

“Pero una cosa está muy clara. El mundo nunca debe ser el mismo. No necesitamos una revisión para decirnos que todos debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para garantizar que esto nunca vuelva a suceder”, aseguró el jefe de la OMS. 

Tedros recordó como las revisiones hechas después de las epidemias de SARS, H1N1 y él ébola hicieron evidentes las deficiencias de los sistemas de salud mundiales y emitieron numerosas recomendaciones para que los países las abordaran.

“Algunas fueron implementadas; otras no fueron escuchadas… El mundo no necesita otro plan, otro sistema, otro mecanismo, otro comité u otra organización. Necesita fortalecer, implementar y financiar los sistemas y organizaciones que tiene, incluida la Organización Mundial de la Salud”, recalcó.

Añadió que el planeta ya no puede permitirse la “amnesia a corto plazo” que ha caracterizado su respuesta a la seguridad sanitaria.

“El mundo no carece de las herramientas, la ciencia o los recursos para hacerlo más seguro contra las pandemias. Lo que falta es el compromiso sostenido de usar las herramientas, la ciencia y los recursos que tiene. Eso debe cambiar, y debe cambiar hoy”, afirmó.

La mayor parte de la población sigue siendo susceptible al virus

Hasta la fecha, la Organización ha reportado más de 4,5 millones de casos de infección por COVID-19 y más de 300.000 vidas perdidas.

“La infección se ha movido como un incendio forestal", continuó Tedros, antes de advertir que los primeros estudios de análisis de sangre han indicado consistentemente que solo entre una y dos personas de cada 10, parecían haber entrado en contacto con la enfermedad, desencadenando una reacción inmune mostrada por la existencia de anticuerpos.

"Incluso en las regiones más afectadas, la proporción de la población con los anticuerpos reveladores no es más del 20%, y en la mayoría de los lugares, menos del 10%", dijo Tedros. "En otras palabras, la mayoría de la población mundial sigue siendo susceptible a este virus".

Ningún país se ha librado de enfrentarse a la infección, agregó, antes de señalar que mientras algunos todavía están "preparándose para lo peor", otros han comenzado a aliviar las medidas de bloqueo.

Levantar las medidas de confinamiento con responsabilidad

"La Organización Mundial de la Salud entiende completamente y apoya el deseo de los países de volver a ponerse de pie y volver al trabajo", aseguró Tedros, advirtiendo una vez más que esto debe hacerse con cuidado.

"Es precisamente porque queremos la recuperación global más rápida posible, que instamos a los países a proceder con precaución. Los países que se mueven demasiado rápido, sin establecer la arquitectura de salud pública para detectar y suprimir la transmisión, corren un riesgo real de perjudicar su propia recuperación", dijo.

Tedros recordó que la pandemia en curso además corre el riesgo de deshacer "décadas de progreso" contra la mortalidad materna e infantil, el VIH, la malaria, la tuberculosis, las enfermedades no transmisibles, la salud mental, la poliomielitis, entre otras curaciones urgentes.

El camino a un mundo mejor

Tanto António Guterres como Tedros Adhanom Gebreyesus enfatizaron en sus respectivos discursos que la vida en el mundo después de la pandemia no puede continuar igual.

“La pandemia es una tragedia. Tanto nuestra respuesta como nuestra recuperación deben poner las consideraciones de derechos humanos en el centro. Pero también es una oportunidad para abordar la crisis climática y la desigualdad de todo tipo, incluidas las brechas en nuestros sistemas de protección social. Es una oportunidad para reconstruir de manera diferente y mejor”, afirmó el Secretario General.

Guterres aseguró que en lugar de volver a los sistemas que eran insostenibles, se debe dar un salto hacia un futuro de energía limpia, inclusión e igualdad y redes de seguridad social más fuertes, incluida la cobertura universal de salud.

Tedros dijo que el COVID-19 no es solo una emergencia de salud global, sino una vívida demostración del hecho de que no hay seguridad de salud sin sistemas de salud resistentes, o sin abordar los determinantes sociales, económicos, comerciales y ambientales de la salud.

“Más que nunca, la pandemia ilustra por qué invertir en salud debe estar en el centro del desarrollo. Estamos aprendiendo por las malas que la salud no es un lujo; es una necesidad. La salud no es una recompensa para el desarrollo. Es un requisito previo. La salud no es un costo. Es una inversión. La salud es un camino hacia la seguridad, la prosperidad y la paz”, explicó.

La Asamblea Mundial de la Salud, que se celebra cada año, concluirá este martes.