Naciones Unidas. - Guiada por el Pacto Mundial sobre Refugiados, firmado por los Gobiernos hace un año en Nueva York, una reunión mundial en Ginebra busca traducir el principio de compartir la responsabilidad internacional en acciones concretas para que la ayuda sea más equitativa, sostenida y predecible.
Este lunes se dio inicio al primer Foro Mundial sobre los Refugiados en Ginebra, un encuentro mundial que busca transformar la manera en la que el mundo responde ante las situaciones de las personas refugiadas.
El Foro, organizado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y Suiza, reunirá durante tres días a personas refugiadas, jefes de Estado y Gobierno, así como representantes del sector privado y de la sociedad civil.
La meta del encuentro es alcanzar nuevos enfoques y compromisos a largo plazo para ayudar a los refugiados, que ya superan los 25 millones en todo el mundo, y a las comunidades que los acogen.
Más de 70 millones de personas en el mundo se han visto forzadas a desplazarse a causa de la guerra, los conflictos y la persecución. En América Latina, por ejemplo, se están viendo niveles históricos de desplazamiento forzado debido a diferentes crisis en la región. Venezuela, El Salvador y Honduras se encuentran en la lista de los diez países del mundo de donde provienen más solicitudes de asilo.
“Este Foro es una oportunidad para mostrar y reafirmar nuestro compromiso colectivo con el Pacto Mundial sobre los Refugiados en línea con el espíritu de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de no dejar a nadie atrás”, aseguró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
Entre las contribuciones que se esperan esta semana se espera ayuda financiera, técnica y material, así como cambios normativos y políticos para fomentar la integración de los refugiados. También se busca facilitar su reasentamiento y su retorno si es posible.
Ejemplos para el mundo
Este martes, estará presente el Secretario General de la ONU en la reunión, así como el Alto Comisionado. También se espera la presencia de otros asistentes de alto nivel, como el presidente turco Recep Erdogan, cuyo país ha acogido a millones de sirios desplazados durante años.
"La comunidad internacional se está uniendo para anunciar nuevas y audaces medidas para aliviar las presiones sobre los países de acogida, mejorar la autosuficiencia de los refugiados y encontrar soluciones duraderas para los desarraigados de sus hogares por las guerras y la persecución", aseguró Grandi.
La respuesta positiva de Turquía a la afluencia de refugiados creada por casi nueve años de guerra civil en Siria probablemente se encuentre entre las buenas prácticas destacadas en el Palacio de las Naciones Unidas, donde se lleva a cabo la reunión; en particular, cómo el número de niños refugiados que asisten a la educación formal se ha duplicado desde 2016, a casi 650.000 este año.
Otro ejemplo es el sistema de custodia voluntaria de Italia que también se centra en permitir la protección y el cuidado de menores no acompañados, mientras que la inversión etíope en obras públicas de agua ha demostrado que beneficia tanto a los refugiados como a las comunidades de acogida.
También asistirán los presidentes de Costa Rica, Alemania, Etiopía y Pakistán, ya que sus países han expresado su disposición a buscar soluciones para aliviar la difícil situación del creciente número de personas que necesitan protección internacional.
Guiada por el Pacto Mundial sobre Refugiados, firmado por los Gobiernos hace un año en Nueva York, la reunión de Ginebra "es una oportunidad para traducir el principio de compartir la responsabilidad internacional en acciones concretas" que sea más equitativo, sostenido y predecible, dijo ACNUR en una declaración.
Alrededor de uno de cada dos refugiados es un niño.
Los niños representan alrededor de la mitad de todos los refugiados, unos 13 millones, asegura el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Más de la mitad de los niños refugiados en edad escolar no están en clase, y "a fines de 2018, 138.000 niños no acompañados y separados viajaron solos", expresó UNICEF en un comunicado.
En un intento por generar enfoques innovadores y compromisos a largo plazo de tantos sectores de la sociedad como sea posible para ayudar a los refugiados y las comunidades de acogida, ACNUR también ha alentado a representantes de alto nivel del sector privado a asistir.
Estos incluyen el Grupo Ingka, parte del imperio IKEA, la Fundación LEGO y Vodafone, que proporciona comunicaciones gratuitas y soporte técnico en áreas afectadas por desastres naturales o humanitarios.