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Las comunidades son nuestra mayor esperanza para erradicar el sida: ONUSIDA

Inclusión Social
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Sin las comunidades, 24 millones de personas de todo el mundo hoy no tendrían acceso al tratamiento

Por Reyes Gamez

Monterrey, México (Agencia de Noticias 3er Sector).- En el marco del Día Mundial del Sida de 2019, Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA señaló que en la lucha contra el VIH, las comunidades son de gran valía y esperanza para el sida.

 

"Las comunidades son nuestra mayor esperanza para erradicar el sida, porque son ellas quienes llevan luchando contra el VIH desde el principio. Mientras la epidemia causaba estragos en nuestros países, en nuestras ciudades y en nuestros pueblos, las mujeres formaban comunidades y se apoyaban para soportar juntas la carga del cuidado de sus familias. Desde hace muchísimo tiempo hemos dado por sentado su voluntariedad.

Por ello, sabemos que las comunidades han demostrado su gran valía. No cabe debate alguno al respecto", expresó Byanyima.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Por lo que la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, destacó que "ante la adversidad, las comunidades de hombres gais, trabajadores sexuales y personas consumidoras de drogas se han organizado para reivindicar su derecho a la salud como ciudadanos en condiciones de igualdad".

Ya que "sin las comunidades, 24 millones de personas de todo el mundo hoy no tendrían acceso al tratamiento. Sin las comunidades lideradas por mujeres que viven y están afectadas por el VIH, no estaríamos hoy cerca de poner fin a las nuevas infecciones entre los niños, así como tampoco seríamos capaces ni de criar huérfanos ni de cuidar de los enfermos".

Byanyima, subrayó que "debe cambiar nuestra actitud de dar por sentado el esfuerzo de las comunidades. En este Día Mundial del Sida, ONUSIDA quiere elogiar y rendir homenaje a los logros que los activistas y las comunidades han cosechado en la lucha contra el VIH. Queremos recordar y honrar a todos los que se han ido quedando por el camino. Fueron ellos y ellas quienes desafiaron el silencio y acercaron a las comunidades los servicios que salvan vidas. Sin embargo, y por sólidas que resultan, las infinitas contribuciones realizadas por las mujeres y por muchos otros no podrán reemplazar nunca la responsabilidad de los Gobiernos.

El Día Mundial del Sida ofrece una importante plataforma desde la que destacar el papel de las comunidades en un momento en el que la reducida financiación y el cada vez menor espacio dedicado a la sociedad civil hacen peligrar la sostenibilidad de los servicios y de los esfuerzos por defenderlos.

Recordó que "hace 25 años, una mujer de Burundi llamada Jeanne fue la primera persona que hizo público su estado serológico positivo. Actualmente Jeanne se encarga de hacer que los líderes asuman su responsabilidad y de luchar por el derecho a la atención sanitaria. A pioneras como Jeanne se han unido líderes jóvenes como Yana, una joven ucraniana de 20 años que nació con el VIH. Yana fundó Teenergizer, un grupo que reúne a jóvenes de todas las partes del este de Europa. En un mundo en el que los hombres mayores tienen el mando, su único objetivo es que jóvenes como ella puedan alzar la voz y elegir.

Pensemos en Fiacre. Vive en la República Centroafricana y, como otros miles de jóvenes, llegó allí desplazado por el conflicto. Fiacre va en bicicleta a una clínica y pasa todas las barreras y controles con el objeto de recoger sus medicinas antirretrovíricas y las de los miembros de su grupo. De no ser por él, todas y cada una de esas personas tendrían que enfrentarse solas a un viaje que es peligroso. Es simplemente sorprendente.

Como pueden ver, las comunidades marcan la diferencia en todo el mundo".

Se requiere que las comunidades se movilicen mucho más, y cuanto antes, con el fin de derribar las barreras que impiden el paso a las comunidades que se encargan de hacer llegar los servicios, entre ellas las restricciones a los registros y la ausencia de modalidades sociales contractuales. 

Por lo que dijo que es importante recordar "que los Gobiernos se han comprometido a que, al menos, el 30 % de los servicios del VIH sean liderados por las comunidades.

También han acordado que el 6 % de toda la financiación para el VIH irá destinada a la movilización de las comunidades, la promoción de los derechos humanos y el cambio de leyes dañinas que no hacen sino obstaculizar nuestro camino para erradicar el sida".

Hoy en día se necesita más que nunca la fuerte defensa encabezada por las comunidades, con el objeto de garantizar que el sida continúe presente en la agenda política, que los derechos humanos se respeten y que quienes toman las decisiones y las ponen en práctica asuman sus responsabilidades.

Y "seamos claros: hoy por hoy defender los derechos humanos y plantar cara a la discriminación, la criminalización y el estigma constituye un trabajo arriesgado. Hagamos, por tanto, un llamamiento a los Gobiernos para que abran los espacios, con el fin de que los activistas puedan llevar a cabo su trabajo de la mejor manera que saben".

Ya que "con las comunidades al frente y los Gobiernos cumpliendo sus promesas, lograremos acabar con el sida".