Por Blanca Medina Viezca
San Nicolás de los Garza, UANL.- La Universidad Autónoma de Nuevo León colabora de manera estrecha con la Asociación Regiomontana de Niños Autistas, en la inclusión de las personas con autismo en un entorno familiar, social, educativo y laboral.
Uno de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista (TEA).
Al conmemorarse el 2 de abril el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, la ONU impulsa un cambio de actitud hacia las personas con autismo, para reconocer sus derechos a la autonomía individual y capacidad jurídica en igualdad de condiciones en todos los aspectos de la vida.
En Nuevo León, desde hace 20 años se trabaja en la detección e inserción de la niñez con autismo. La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) ha sido testigo de este esfuerzo.
Desde sus inicios en 1997, la Asociación Regiomontana de Niños Autistas (ARENA) promueve la inclusión de personas con autismo en su entorno familiar, social, educativo y laboral, aplicando metodologías psicoterapéuticas.
En 2003, la Facultad de Psicología de la UANL firmó un convenio de colaboración con ARENA; esta alianza estratégica permite a los estudiantes de licenciatura realizar sus prácticas profesionales en la asociación y contribuir al desarrollo integral de los menores.
“Fue bastante valioso. La Universidad Autónoma de Nuevo León ha sido un semillero muy importante en el desarrollo de nuestra asociación ARENA y el autismo en Nuevo León”, aseguró Julia Buentello Gaona, coordinadora de Inclusión Educativa y Laboral de esta organización.
Actualmente, 20 estudiantes de la Facultad de Psicología de la UANL realizan sus prácticas profesionales en las instalaciones de ARENA. Además, el 90 por ciento del personal profesional que labora en la asociación, es egresado de la Máxima Casa de Estudios de Nuevo León.
Importancia de la detección temprana
Por el grado de alteración en el comportamiento social, comunicación y lenguaje, los niños y niñas con autismo sufren a menudo estigmatización y discriminación; en particular, privaciones injustas en materia de salud, educación y oportunidades para participar en sus comunidades.
Muchos de los menores con esta condición actualmente asisten a una escuela pública o privada en la que, por desconocimiento del tema, son víctimas de maltrato por no socializar con el resto de los compañeros.
“La condición del espectro autista es muy amplia, no para todos está escrito todo, no podemos decir este chico va a llegar hasta aquí y este otro va a estar acá.
“Es importante que tengan una detección temprana para que el niño acuda a terapias y pueda tener un mejor proceso de inclusión en la vida”, explicó Buentello Gaona.
En la Asociación Regiomontana de Niños Autistas, los menores reciben una evaluación clínica con apoyo del Manual Diagnóstico Estadístico de los Problemas Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, 5° Edición (DMS-V).
También se realiza una evaluación de su historia de desarrollo y una observación rigurosa de las conductas de la persona. A través del diagnóstico se detecta el nivel de autismo que tiene el menor y se determina el tipo de atención que llevará en ARENA.
La inclusión comienza en el hogar
El autismo no es una enfermedad, es un desorden del sistema nervioso que prevalece toda la vida, aunque las manifestaciones sufren cambios a través del tiempo.
“La familia es la primera formadora de la persona con autismo. En ARENA tratamos que desde pequeños también se forme a la familia, que sepan cómo se debe trabajar con ellos para que promuevan la inclusión y autonomía desde la casa para que ellos se integren socialmente.
“Que ellos crean que su hijo es capaz de hacer cosas, lograr y ser independientes. Cada chico va a tener distintos retos, pero desde la familia debemos trabajar la inclusión”, explicó la psicóloga Julia Buentello.
Para cumplir su misión, en ARENA también se capacita a las escuelas, colegios, empresas públicas y privadas sobre el tema. Con esto se busca que el niño con autismo viva en un entorno que lo entienda.
“Tenemos que trabajar mucho en la inclusión de las personas con autismo, hay poca información o a veces la información no es adecuada, hay muchos mitos.
“No es que no les guste tener contacto con las personas, es que no saben cómo hacerlo de la manera correcta”, agregó la especialista en psicología conductual egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
De acuerdo a las condiciones de cada niño, en ARENA se imparten talleres que contribuyen al desarrollo del menor para su inserción a un plantel escolar o puedan tener autonomía económicamente, a través de un oficio.
¿Cómo entender el comportamiento autista?
Aunque cada niño presenta condiciones distintas, el autismo tiene en común cuatro alteraciones:
Comunicación
Interacción social
Intereses restringidos
Integración sensorial
Las características del comportamiento autista son:
Lenguaje y gestos inapropiados
No teme a los peligros reales
Aparenta insensibilidad al dolor
Difícil de abrazar
Juegos extraños imaginativos
No tiene contacto visual
Se muestra indiferente
Inapropiado apego por los objetos animados
Repite frases (ecolalia) o no tiene lenguaje
Parece sordo
Llora o ríe sin causa aparente
Tiende a girar objetos
Se le dificulta relacionarse con otras personas
No le gusta hacer cambios de rutina
Habilidades motoras desiguales
Hiperactividad o extrema pasividad