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Diseñan lencería para impulsar la inclusión

Inclusión Social
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San Pedro Garza García, Nuevo León.- Con el valor agregado de haber sido concebida como lencería de diseño y con experiencia de compra en tiendas departamentales generales, distinta a los canales de venta en tiendas ortopédicas, alumnas de la Universidad de Monterrey lanzarán al mercado prendas para mujeres sobrevivientes del cáncer de mama.

 

Las estudiantes Jade Irem Martínez Montenegro, María Fernanda Valencia Torres y Ana Paulina Rivera Varela, las tres de noveno semestre del programa académico de Licenciado en Diseño Textil y Modas, armaron el proyecto ALEA, una marca de lencería especializada en las necesidades físicas y psicológicas de las mujeres con mastectomía.

Este trabajo surgió como Proyecto de Evaluación Final de estas tres alumnas para titularse en diciembre próximo, pero comenzaron a trabajar en la idea desde enero de este año, movidas por mujeres cercanas a ellas que pasaron por situaciones, necesidades y experiencias de compra comunes.

Al buscar, a través de redes sociales, retroalimentación de mujeres que habían superado el cáncer o que estuvieran luchando contra él, recibieron diversas respuestas, incluso de la misma UDEM, a través de su Centro de Incubación y Desarrollo Empresarial (CIDEM), en donde se les ofreció una beca para prepararse por medio de cursos y asesorías, además de fondear el proyecto por medio del método de crowdfounding.

Jade comentó que su objetivo fue cubrir las necesidades de las mujeres y hacer una inclusión para que no se sientan diferentes, sino igual que antes de la operación.

“La idea de nosotras surge por esa necesidad de hacerlas sentir como se sentían antes (…) cada una tuvimos situaciones de familiares o de amistades cercanas que pasaron por el cáncer: nos pegó el hecho de que fuera tan cercano, entonces quisimos involucrar lo que sabemos de la carrera con el área social”, relató.

Aunque existen productos en el mercado, Jade afirmó que no cubren la necesidad, porque no cuentan con diseños en lencería.

“Nosotras entramos por ese lado de cubrir el diseño y la experiencia de compra, que no vaya a ir a una tienda ortopédica, (sino) que vaya a su plaza comercial favorita con su familia y nadie la esté tachando de que tuvo cáncer”, expuso. 

Ana Paulina agregó que cuando una mujer debe asistir a un establecimiento en donde venden productos ortopédicos u oncológicos, es inevitable que no resurja el sufrimiento vinculado a una enfermedad, porque solo le recuerda “eso que se supone que ya superó”.

“Nos dimos cuenta de todo lo que sufren durante la enfermedad, empezamos a ir a tiendas que venden este tipo de productos a los que tienen que ir las mujeres que han pasado por el cáncer y son tiendas que puedes ver desde una cuadra atrás porque tienen un enorme lazo rosa o entras y tienen productos como sillas de ruedas o muletas”, indicó.

Por su parte, María Fernanda comentó que, con su proyecto recibieron apoyo legal, orientación sobre patentes, mercadotecnia y métodos de presentación para inversionistas.

La alumna refirió que recibieron la retroalimentación de la psicóloga Rosie Garza Correa, quien ha desarrollado un área psicooncológica, en donde ofrece apoyo a mujeres con cáncer.

“Tuvimos una plática con ella para saber cómo dirigirnos a las señoras a la hora de hacer los focus group, hemos tratado de asesorarnos con alguien que lo sepa por el hecho de que es un tema bastante delicado”, señaló.

“Es que no está padre el ir a comprar tu ropa íntima a un lugar que te recuerda a un hospital, el ver los productos que son para la salud, no tienen por qué estar relacionados cuando vas de compras”, destacó.