Monterrey, México. El Gobierno de Apodaca, N.L. instaló en coordinación con Fomerrey, la Mesa de Trabajo para la Regularización de los Asentamientos Humanos, como parte del programa Interinstitucional de Regularización, con el fin de agilizar los trámites relacionados con la actualización y entrega de escrituras en el municipio en beneficio de más de 3,200 familias.
Héctor Morales Rivera, secretario del R. Ayuntamiento en representación del alcalde César Garza Villarreal, firmó el convenio de colaboración con el director ejecutivo de Fomerrey, Eugenio Montiel Amoroso, siendo Apodaca de los primeros municipios del Estado en unirse a la iniciativa.
Morales Rivera, explicó que la firma era motivo de celebración para la sociedad apodaquense. “Lo celebramos porque estamos dándole a nuestra ciudad la aspiración de continuar creciendo en orden, de que su desarrollo sea ordenado, armónico, y ante todo prevalezca el imperio de la ley y de la legalidad.”
Agregó que la aspiración fundamental de todo individuo, de todo ciudadano, es contar con la certeza jurídica del lugar en donde construye no solamente su casa, sino donde edifica su hogar. Y en ese sentido, este esfuerzo interinstitucional que estamos haciendo con el Gobierno del Estado, con Fomerrey, es un paso fundamental en esa dirección.
Por su parte, Montiel Amoroso, explicó que existen 154 asentamientos irregulares censados en todo el Estado, hay otros 358 de los que se tiene conocimiento, pero no entran aún en la estadística oficial. Sin embargo, Apodaca sólo cuenta con 6 predios irregulares, 4 censados y 2 aún por censar.
La estimación de Fomerrey es que en estos 6 predios habitan un total de 3200 familias, con un aproximado de 16,000 personas que podrán beneficiarse con este programa, al asegurar la agilización de sus trámites escriturales, pero sobre todo al contar con la certeza de los servicios públicos, incluyendo seguridad, luz, agua, entre otros.
Lo que más nos interesa es la vulnerabilidad de los asentamientos, pues al no estar regularizados tampoco cuentan con infraestructura vital para el buen funcionamiento de los mismos, lo que los vuelve vulnerables a incendios, inundaciones, deslaves, y demás situaciones de riesgo, concluyó Montiel Amoroso.