Pondrán a disposición de la población técnicas de fácil aplicación en el hogar para solucionar conflictos
Por Eduardo Rodríguez Palacios
Monterrey, México, UANL (Punto U).- La migración del trabajo y la educación a un escenario virtual debido a la pandemia del COVID-19 ha ocasionado un conflicto muy fuerte en las familias que se desencadena en violencia.
Cambiar las actividades de lo presencial a distancia ha causado que la rutina escolar y laboral -principalmente- de las familias ahora lo hagan juntos y en un solo lugar: el hogar.
El confinamiento incrementó los casos de violencia familiar en los últimos meses. De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, en México las cifras son las siguientes:
Hasta marzo de 2020, se reportaron 20 mil 232 casos, superando por casi mil incidentes de los registrados en 2019.
Por su parte, la violencia contra la mujer registra el mismo patrón al alza que la violencia familiar, con un aumento del 27 por ciento de la incidencia de estos delitos en el periodo enero-abril de 2020 en comparación con el mismo lapso de 2019.
En el caso de Nuevo León, se ubica como la segunda entidad más violenta en materia familiar; representa el ocho por ciento de los casos a nivel nacional (96.3 casos por cada 100 mil habitantes).
Ante este panorama, el también profesor de la Facultad de Derecho y Criminología de la UANL señala que la disminución de la violencia familiar es un gran reto en la actualidad, porque debe resolverse lo más pronto posible.
De acuerdo Sánchez García, para que la sociedad y las familias afronten esta situación, se requiere de resiliencia, tolerancia, cambio de roles, apoyo interpersonal y procesos de aprendizaje.
Falta una cultura mediadora para resolver conflictos
Para el miembro del Sistema Nacional de Investigadores, en México la gente carece de una cultura para resolver problemas a través del diálogo y el razonamiento.
“Tenemos un problema cultural en el mexicano, porque el ciudadano promedio no está capacitado en el tema de resolución de conflictos, en la aplicación de técnicas de negociación y mediación, así como en la cultura de paz”, argumenta el experto en Derecho.
Un equipo de investigadores pondrá a disposición de la población mexicana técnicas de fácil aplicación en el hogar para solucionar conflictos en la familia sin recurrir a la violencia y sin que intervenga la policía o un tercero.
Para ello se han planificado dos libros: el primero que estudie y explique el teletrabajo en México; el segundo, que exponga las herramientas y técnicas de negociación y mediación aplicables por integrantes de la familia para resolver sus problemas cotidianos.
Técnicas de mediación o negociación para resolver conflictos en la familia
Cold off: es un momento de enfriamiento cuando surge una discusión, en donde una de las personas se aparta del conflicto unos minutos y al regresar el escenario es otro, se corta la escalada del conflicto y se razona mejor.
Anclajes al reconocimiento: es recordar un elemento positivo dentro de un proceso de un conflicto. Por ejemplo, dos hermanos que están peleando y uno alega que el otro lo golpeó. En este caso, interviene la mamá recordándole al hijo agredido que su hermano lo protegió cierto día de tal hecho. Esto le permitirá al individuo afectado anclarse a un proceso de reconocimiento y afrontará el conflicto de una mejor manera.
Resúmenes: se aplica realizando un resumen de punto por punto a cada uno de los involucrados en un conflicto, esto permitirá saber qué es lo que pasa en la discusión en ambas partes, ya que en la mayoría de las ocasiones, cuando hay una pelea, generalmente se olvida por qué se generó.
Caucus: sirve para separar a las partes conflictivas. Por ejemplo, supongamos que dos adolescentes se están peleando e interviene el papá y le pide a cada uno que lo esperen unos minutos por separado. El padre se retira un tiempo y cuando vuelve con sus hijos para hablar con ellos, los jóvenes estarán más tranquilos.
¿Cómo ayudan estas técnicas en la familia?
Generan valor en sus relaciones.
La convivencia es más cercana.
Hay empatía entre los integrantes, porque se ponen en el lugar del otro.
Permite la resiliencia; es decir, adaptarse al cambio y a las circunstancias.
Se empodera a los participantes en el conflicto, porque se les escucha a todos y se les brinda la oportunidad de expresarse por igual.
El especialista en Derecho de la UANL, Arnulfo Sánchez García, participó el 15 de julio en el seminario web “Influencia de la investigación en el bienestar de la sociedad ante la pandemia COVID-19” con su ponencia “La gestión de conflictos derivados del teletrabajo a partir de la pandemia COVID-19”.
