Traer un hijo al mundo es siempre un desafío.
Por Sergio Meresman y Raúl Mercer
Washington, D.C., BID.- Hay una pregunta que los adultos hacemos a casi todos los niños y niñas en algún momento: ¿Qué vas a ser cuando seas grande? Es una pregunta imprescindible, que les invita a soñar, a proyectarse hacia un mañana, a imaginarlo. Pero ¿qué pasa cuando esta pregunta no aparece? ¿Qué pasa cuando queda silenciada por los miedos o las incertidumbres?