Por Jesús Oscar González Medina
Monterrey, México.- (Agencia de Noticias 3er Sector) El empresario Eugenio Garza Sada trascendió en la historia por su visión humanista al sentar las bases de una Ciudad del Conocimiento con la creación del Instituto Tecnológico de Monterrey e impulsar el desarrollo industrial en el noreste de México.
Su legado social que permanece vigente en el Siglo XXI, se agiganto a raíz de su trágica muerte, a partir del 17 de septiembre de 1973 a manos de integrantes de la desaparecida Liga Comunista 23 de Septiembre cuando intentaron secuestrarlo y el malogrado empresario opuso resistencia.
Garza Sada es un referente para la cultura empresarial regiomontana e indiscutiblemente fue un líder de los hombres de negocios en el Siglo XX, situación que el historiador Pedro Salmerón Sanginés, ex - director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), pareció desconocer al calificar a sus asesinos como “valientes jóvenes”
Las reacciones de políticos, empresarios y organismos intermedios de todo el país, no se hicieron esperar defendiendo la obra y legado de Eugenio Garza Sada.
Eugenio Garza Sada promotor de la transformación de México
El Instituto Tecnológico de Monterrey condenó y rechazó de manera tajante las afirmaciones del historiador tras calificar de 'valientes jóvenes' a quienes asesinaron a nuestro fundador y uno de los hombres con el más alto liderazgo social en nuestro País.
"Al mismo tiempo que reiteramos nuestra convicción de promover e impulsar la concordia y la paz, como vía para hacer realidad la trasformación pacífica del País a la que el Presidente Andrés Manuel López Obrador nos ha convocado".
Don Eugenio Garza Sada fue un mexicano ejemplar- su visión humanista y su compromiso social fueron la base de su liderazgo empresarial y su vocación de transformar la sociedad por la vía pacífica. Como empresario, se adelantó a su tiempo, promoviendo los principios éticos en el trabajo y los derechos sociales de los trabajadores, como vivienda, salud y educación.
Don Eugenio era un convencido de que la educación es el corazón del cambio social y el tecnológico de Monterrey es su legado social más trascendente, una institución de la sociedad y para la sociedad, sin fines de lucro; por eso en nuestra institución buscamos honrar ese legado día a día.
A la indignación por los comentarios de Salmerón también se sumó el Centro Eugenio Garza Sada que aunque no hizo un pronunciamiento directo sobre la publicación de Salmerón, tituló un escrito en su muro de Facebook a manera de protesta.
Mayor Impulso a la movilidad social
José Antonio Fernández Carbajal, presidente de FEMSA y Presidente del Consejo del Instituto Tecnológico de Monterrey, señaló que el 17 de septiembre se cumplieron 46 años del fallecimiento de Don Eugenio Garza Sada, hombre ejemplar, cuya sencillez y austeridad contrastaron con su gran visión para forjar con liderazgo, innovación con propósito y gran compromiso social, a través de empresas e instituciones que hoy son clave para el desarrollo de México.
Debemos entender las profundas transformaciones en México y en el mundo, pero, sobre todo, mantenernos fieles a nuestros valores y principios, pues sólo así podremos ser parte de un cambio positivo para todos.
Hoy más que nunca tenemos que refrendar nuestra convicción y lealtad con las libertades y la democracia, que se nutren de la pluralidad y la tolerancia. En un régimen de libertades, se vale coincidir, pero importa más poder disentir. El diálogo, a partir de puntos de vista distintos, aporta siempre soluciones a los problemas nacionales y es condición para la construcción de acuerdos.
Es urgente también que se garantice la seguridad de todos, fortaleciendo la cultura de la legalidad, el acceso a la justicia y la protección efectiva de los derechos y libertades ciudadanas.
La OCDE ha documentado recientemente que México tiene uno de los índices más bajos de movilidad social en el mundo, menor incluso al de otros países de América Latina o de naciones en desarrollo como China, Sudáfrica o Indonesia. En México hoy no existen las condiciones para que, quienes viven en pobreza extrema, puedan salir de ella en toda su vida y esto es inadmisible.
Estoy convencido de que desde el sector privado podemos contribuir a un mayor impulso a la movilidad social y a la reducción de la brecha de desigualdad en el ingreso, en la educación y sobre todo en el acceso a oportunidades.
Invirtamos más en México, particularmente en regiones como el sureste. Creemos más empleos, de mayor calidad y con mejores prestaciones y salarios. Impulsemos la migración estratégica del gran capital humano mexicano hacia la nueva economía del conocimiento.
Don Eugenio Garza Sada, un líder sembrador de valores positivos
El recuerdo del cobarde asesinato de Don Eugenio Garza Sada, ocurrido el 17 de septiembre de 1973 por parte de un comando de la Liga Comunista 23 de septiembre, aún duele y mucho a la sociedad nuevoleonesa y a grandes grupos de mexicanos, porque Don Eugenio no sólo fue un exitoso empresario, sino un gran líder social, un sembrador de valores positivos en su estado y en el país, señaló el economista Idelfonso Guajardo Villarreal.
Don Eugenio combatió la desigualdad socioeconómica con hechos, al crear décadas antes que se crearan el IMSS y el INFONAVIT, una clínica gratuita y un sistema de vivienda (Col. Cuauhtémoc) y escuelas de educación básica, como el Centro Escolar Cuauhtémoc y de educación superior, el ITESM.
Don Eugenio, aún hoy después de tantos años y ante la ausencia de liderazgos, las encuestas señalan que los nuevoleoneses extrañan su guía y ejemplo como empresario visionario.
Estoy convencido que llamar "jóvenes valientes" y pretender justificar un acto ruin y cobarde como el que cobró la vida de Don Eugenio Garza Sada por parte del INEHRM, es totalmente contrario a la convocatoria que ha hecho el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que busca promover el crecimiento y el desarrollo económico, mejores empleos, la paz, la concordia, la unidad, la justicia y el bienestar en un país azotado por la inseguridad, la injusticia, la pobreza y la violencia.
La violencia no es el camino para lograr la pacificación
El Consejo Coordinador Empresarial que dirige el empresario regiomontano Carlos Salazar Lomelín, manifestó su absoluta condena a la lamentable expresión del director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), que califica de “valientes jóvenes” a quienes asesinaron a uno de los empresarios más destacados que ha tenido este país, Eugenio Garza Sada.
No es valiente quien busca privar a una persona de su libertad. No es valiente quien planea un secuestro para financiar armamento ilegal para actividades ilícitas. No es valiente quien asesina a un hombre de bien. No es valiente quien se escuda en la violencia como vía de cambio.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador impulsa un proceso de pacificación y reconciliación nacional. El propio Presidente ha basado su narrativa en transformar al país por la vía pacífica. En estos postulados, los empresarios coincidimos con el Presidente, y le manifestamos nuestro apoyo irrestricto para que la sociedad recupere la paz que hoy tanto necesitamos.
Por eso, es incomprensible que un funcionario público, un representante del gobierno mexicano, enaltezca la violencia como forma de expresión. Es incomprensible que un funcionario, que además es historiador de profesión, se vuelva un apologista de la violencia, un defensor del delito.
El asesinato de Don Eugenio Garza Sada fue, simple y llanamente, un crimen artero y cobarde, que terminó con la vida de uno de los empresarios más íntegros que ha tenido nuestro país. Un empresario visionario y con profundo compromiso social. Un empresario que impulsó los derechos de los trabajadores a la vivienda, a la salud, a la seguridad social, incluso antes de que existieran las instituciones gubernamentales dedicadas a ello.
Un empresario que luchó por la educación y creó instituciones académicas para elevar los niveles de preparación de los jóvenes mexicanos. Un empresario comprometido, que contribuyó a la sociedad para elevar sus niveles de bienestar.
La sociedad se encuentra hoy muy lastimada; estas expresiones sólo profundizan las heridas. Por ello, no debemos dejar pasar un episodio como este, que no sólo merma la imagen pública de un gobierno comprometido con la pacificación del país, sino que abona al clima de violencia social que hoy vivimos.