Cuantifican los cambios en la estructura productiva de la entidad en los últimos 40 años.
Por Eduardo Rodríguez Palacios
Monterrey, México, UANL.- En virtud del estudio “Determinantes de la competitividad del estado de Nuevo León”, la educación, el capital privado y la esperanza de vida son los factores que inciden en el crecimiento económico de la entidad.
La educación (25%) por el alto nivel de escolaridad, en donde el capital humano está más preparado en comparación con otros estados de México. El capital privado (16%) por la inversión dinámica, tanto nacional como extranjera, que llega a Nuevo León. Y la esperanza de vida (15%) porque la población nuevoleonesa goza de una mejor calidad de vida y está en mejores condiciones de aprovechamiento de los años de productividad.
“El deseo de hacer este análisis fue porque queríamos saber específicamente cuáles son esos factores y cuantificarlos para entender qué ha pasado en los últimos 30 o 40 años en la entidad y entender este cambio de la estructura productiva”, señaló Roy Luka Lavcevic de la Torre.
Desarrollo humano y social
En el ámbito humano y social se encontró información favorable en donde la esperanza de vida a nivel nacional en promedio es de 75.1 años, mientras que en Nuevo León es de 75.8.
Por su parte, las tasas de deserción escolar en los niveles de primaria y secundaria son ligeramente más bajas que las del país, ya que en México es de 4.6 por ciento y en el estado es de 3.5 por ciento.
Asimismo, se halló que en el estado el 50.2 por ciento de quienes trabajan percibe más de dos salarios mínimos, mientras que a nivel nacional este porcentaje es de 40.6 por ciento.
Otro de los puntos relevantes es que el porcentaje de personal ocupado con estudios de nivel superior es más alto que el nacional, en donde Nuevo León tiene un 24 por ciento contra un 19 por ciento en el país.
Desarrollo urbano y ambiental
De acuerdo con la investigación “Determinantes de la competitividad del estado de Nuevo León”, la contaminación, la disponibilidad de agua potable, la generación de electricidad mediante energía renovable, la forma y la densidad urbana, los patrones de movilidad, así como los movimientos de pasajeros y cargas aéreas también son factores que ayudan a explicar la competitividad de la entidad.
Respecto a los indicadores de contaminación estos son importantes en la medida en que reflejan un efecto adverso en la competitividad. En el caso del área metropolitana de Monterrey resaltan los partículas menores a 10 micras (PM10) y 2.5 micras (PM2.5).
En el ámbito de la presión hídrica, que ha sido un tema relevante en los últimos meses, lo que se midió fue el porcentaje de agua tratada, en donde se mostraron resultados interesantes porque se encontraron valores que deberían preocupar.
“En este rubro el porcentaje es de 48, debido a que la presión hídrica tiene que ver con el consumo con respecto a la cantidad disponible de agua, por lo que este indicador está en una zona de riesgo medio a alta y la tendencia es que se mantenga entre el 48 y 50 por ciento, pero es un valor relativamente alto, y este punto hay que tenerlo como una advertencia”, advirtió Galán González.
Como parte de las políticas públicas sugeridas en esta investigación están el promover el contenido regional y el valor agregado de las exportaciones manufactureras, mejorar y generar nueva infraestructura pública, impulsar el acceso al financiamiento para las PyMES, seguir aportando por la mejora regulatoria, impulsar la adopción de tecnologías limpias y promover un plan de movilidad que reduzca los tiempos de viaje.
