Un 53% de los directivos espera una desaceleración de la economía mucho mayor que lo que estima el FMI
Por Alicia González, Enviada Especial
Davos (Suiza), El País.- Si un día puede suponer una gran diferencia, dos años pueden servir para pasar de niveles récord de optimismo a un pesimismo desconocido en los registros. La encuesta anual de PwC a los ejecutivos mundiales apunta que el 53% de los directivos encuestados prevé una desaceleración del crecimiento en los próximos 12 meses, 25 puntos más que el año pasado y 48 más que el anterior.
Se trata del nivel más alto desde 2012, que fue cuando empezó a formularse esta pregunta y su importancia no es menor, ya que los 23 años de vida de la encuesta revelan que es un fiable indicador adelantado del rumbo que toma el PIB mundial. "Si analizamos la correlación entre la confianza de los ejecutivos en la marcha de sus ingresos desde 2008 y el aumento real del PIB, estimamos que en 2020 el crecimiento mundial podría caer hasta el 2,4%", subraya el informe. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé, pese a moderar sus estimaciones, que la economía global cogerá vuelo este 2020 y crecerá un 3,3%
El informe, presentado como cada año por el presidente de la consultora, Bob Moritz, en el marco del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), recoge que los ejecutivos españoles no son ajenos a este sentimiento colectivo y el 78% espera un deterioro de la economía global en este ejercicio. Pese a todo, un 71% cree que la desaceleración será moderada y descartan que la economía llegue a entrar en recesión.
La incertidumbre respecto al crecimiento es, de hecho, la mayor amenaza que ven los directivos sobre la marcha de sus empresas, seguido de los cambios regulatorios, la evolución de Internet y los desafíos tecnológicos y los conflictos comerciales. "El ritmo de los cambios actuales no permite a nadie predecir qué va a pasar dentro de cinco años. La incertidumbre que estamos viendo no tiene precedentes en los últimos 40 años. Y eso se está dejando notar con menor crecimiento a nivel global", explica Spencer Fung, consejero delegado de Li & Fung, en Hong Kong, según recoge el informe.
Especial preocupación suscita entre los primeros espadas de las grandes empresas todo lo relacionado con el futuro de Internet, tanto por lo relacionado con los ciberataques y la ciberseguridad, cómo les afectarán los cambios legislativos y la creciente fragmentación de la Red. Siete de cada 10 ejecutivos auguran que se introducirán reformas para regular los contenidos y para dividir a los gigantes tecnológicos
Al margen del diagnóstico de los ejecutivos sobre la economía y la marcha de sus empresas, el informe de PwC refleja en lo relacionado con el cambio climático la realidad del espíritu davosiano, el de los hombres y mujeres que cada año se desplazan hasta la exclusiva estación de esquí para analizar los problemas más acuciantes del mundo, como reza el lema de la organización. "El viento ha cambiado en cuanto al cambio climático. Las organizaciones de todo el mundo están empezando a reconocer sus riesgos e incluso sus oportunidades potenciales. Comparado respecto a 10 años, los ejecutivos son más proclives a ver los beneficios de ser verdes", apunta la consultora en su análisis.
De hecho, el propio Foro Económico en su informe anual de riesgos apunta que, por primera vez, las cuestiones relacionadas con el cambio climático copan las principales amenazas en este 2020 para los líderes que conforman la comunidad de Davos (empresarios, académicos y ONG, entre otros). Según esa encuesta, tanto a corto como a largo plazo, los fenómenos meteorológicos extremos, los desastres naturales, la pérdida de biodiversidad y el fracaso en la lucha contra el cambio climático aparecen como los mayores riesgos según los líderes de Davos. No es de extrañar que una activista como la joven Greta Thunberg sea una de las figuras destacadas de esta cita, a la que ya acudió el año pasado.
Pero a la hora de la verdad, cuando esos mismos directivos tienen que valorar cuáles son las amenazas para sus negocios, las urgencias se diluyen. El cambio climático ocupa el puesto número 11 entre las principales preocupaciones de los ejecutivos, dos puestos por delante del año anterior. Pero si hacemos la distinción por áreas geográficas, el cambio climático no está entre las diez cuestiones que más preocupan a los directivos de Norteamérica. Tampoco le quita el sueño a los ejecutivos procedentes del Este de Europa, ni a los latinoamericanos, africanos o a los de Oriente Próximo.
Solo entre europeos y asiáticos se percibe una cierta preocupación por todo lo relacionado con el clima, las emisiones, los fenómenos climatológicos o los desastres medioambientales; en ambos casos en el puesto número 10. En estas circunstancias resulta más fácil entender por qué los Acuerdos de París no han logrado avances concretos en su lustro de vida.