El filósofo Arturo Rico Bovio consideró que se debe reconceptualizar la democracia no representativa y la política entendida solo como ejercicio del poder, en webinar organizado por la UANL y la Sociedad Filosófica Monterrey A.C.
Por: Luis Salazar
Monterrey, México. UANL (puntou.uanl.mx). - Para el filósofo Arturo Rico Bovio (Chihuahua, 1944), la democracia que se vive y la política que de aquélla se desprende llevan siglos distorsionadas, mal entendidas y mal ejercidas.
Quizá la pandemia desnudó esos malentendidos o malas conceptualizaciones, según lo expuso el doctor en su charla “La democracia de los cuerpos”, impartida el 21 de agosto dentro del ciclo “Charlas de filosofía latinoamericana contemporánea”.
La Casa Universitaria del Libro UANL y la Comunidad Filosófica Monterrey A.C. organizaron el evento. Rico Bovio repasó la democracia desde Grecia, la Edad Media, las revoluciones: Francesa, Industrial; la Modernidad y la Contemporaneidad.
Egocentrismo contra natura
El ex director de la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH comentó que se entra en un mundo posmoderno en el que se cuestionan todas las intuiciones, los grandes temas y donde la posmodernidad exalta la libertad, el derecho al voto y luchar por el poder.
“Los partidos políticos se desviven por cautivar votos y ser quienes ejerzan el poder. Y nace de un mal concepto de la democracia y de la política. La política mal comprendida y la democracia mal ejercida”. Arturo Rico Bovio, Filósofo.
Su postura es que el error de la política es creer que el poder es el fin. En la antigüedad se discutía la forma de gobernar para mantener el grupo. Pero no era por el voto ni es por decisiones mayoritarias o consultas.
“La modernidad con su interés productivos del capital ve a la naturaleza como un objeto de explotación desde el Siglo XV en delante”, advirtió el autor de Teoría corporal del derecho, publicada en 2000 por Porrúa.
La democracia de los cuerpos
“Creo que estamos en una situación que nos exige repensar los conceptos de la democracia y la política ¿hacia dónde?”, tiró el autor de Las fronteras del cuerpo. Crítica de la corporeidad, editado en 1990 por Joaquín Mortiz.
Su pensamiento filosófico gira en torno del cuerpo como una totalidad. Un cuerpo despojado de la dualidad alma-cuerpo y perteneciente a un Gran Cuerpo, que es toda la naturaleza en sí y de la que todos los seres humanos forman parte aunque siempre parece olvidarse.
“Deberíamos reconocer la deuda enorme con los cuerpos no humanos. Nos ha cegado una cultura materialista-mecanicista. Postular la democracia de los cuerpos implica bajar las pretensiones y ponernos en diálogo con la naturaleza”.
El autor de Muerte y resurrección del cuerpo, editado en 2017 por Plaza y Valdés, piensa que un grave error de la posmodernidad es no haber querido darle a las sociedades el rango de cuerpos al privilegiar el cuerpo individual humano.
“La democracia de los cuerpos es un horizonte por alcanzar, un tipo de sociedad. Entender a otros cuerpos, humano o no. Ponernos en su lugar con la capacidad de vernos en función de una mayor existencia. Como los pájaros en parvada en un cuerpo mayor”, comparó.
