La policía detuvo a medio centenar de manifestantes.
Por Miguel Sánchez
Santiago de Chile (AFP).- El pedido de perdón del papa Francisco por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Chile, no bastó para aplacar a centenares de manifestantes que, entre gritos de "¡cómplices pederastas!", protestaron durante la primera misa del pontífice en Santiago.
"Los pobres de Chile marchamos", decía un lienzo que portaban decenas de personas al frente de una marcha que se acercó lentamente hacia el parque O'Higgins , un enorme pulmón verde donde Francisco, el primer papa latinoamericano, ofreció la 'misa de la paz'.
Poco antes, el papa Francisco había expresado "dolor y vergüenza", durante un encuentro con la presidenta Michelle Bachelet, por los abusos sexuales a menores cometidos por decenas de sacerdotes en Chile en los últimos 18 años. Un asunto que ha provocado la desconfianza de muchos chilenos en el clero.
El pedido de perdón no bastó sin embargo para evitar la marcha contra los abusos y también para protestar contra lo que los manifestantes consideran un oneroso gasto en esta visita papal de tres días, que proseguirá a partir del jueves en Perú.
El costo de la visita se eleva, según los organizadores, a unos 6 millones de dólares, pero la prensa local asegura que puede superar los 10 millones si se cuenta la seguridad y las comunicaciones que tiene que costear el gobierno.
Entre gritos de "¡morir luchando!" y "¡cómplices pederastas!", los manifestantes se acercaron a pocos metros del ingreso al parque O'Higgins , donde unos 400.000 fieles se congregaron para participar en la liturgia de Francisco.
Un hombre disfrazado de papa y otros dos vestidos con hábitos de monja salieron desde un balcón de un edificio vecino y extendieron un lienzo con la leyenda: "Francisco, cómplice de crímenes pedófilos".
Un contingente de policías se enfrentó a la turba que fue dispersada con carros lanza-agua. La policía detuvo a medio centenar de manifestantes, según la prensa local. Los carabineros todavía no habían dado una cifra.
- Herida abierta -
Las manifestaciones se han sucedido desde el lunes por la noche con la llegada del papa a Chile, el país más hostil con la Iglesia católica de América Latina, según un reciente informe.
El propio Vaticano ha calificado esta visita como una de las más complejas que ha realizado Francisco en sus casi cinco años de pontificado.
La pasada madrugada se registraron tres nuevos ataques incendiarios contra iglesias en Santiago y en La Araucanía (sur). El papa tiene previsto viajar este miércoles a Temuco -en esa región- para realizar una misa y reunirse con los mapuches, el pueblo originario de Chile y Argentina que reivindica sus tierras ancestrales.
Esos ataques se suman a otros perpetrados el fin de semana contra cinco iglesias en diferentes comunas de Santiago. Las autoridades los atribuyen a grupos anarquistas.
Las redes sociales se incendiaron también este martes por la presencia en la misa del obispo de Osorno, Juan Barros, al que acusan de ser encubridor de uno de los casos de pederastia más sonados en la Iglesia chilena, el del sacerdote Fernando Karadima, condenado por el Vaticano "a una vida de oración y penitencia".
"Necesitamos actos concretos que el papa no toma en la Iglesia chilena contra los abusadores", dijo a la AFP Juan Carlos Claret, vocero de la asociación de laicos de Osorno, que lucha por que se expulse al obispo y que también han traído su lucha a Santiago.
Cerca de 80 religiosos en Chile están implicados en casos de abusos sexuales en lo que va de siglo, según la organización no gubernamental BishopAccountability.
Las protestas persiguen a los papas en Chile. Hace treinta años, durante la visita de Juan Pablo II, en plena dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), las manifestaciones se produjeron durante la misa, también en el Parque O'Higgings, por lo que se interpretaba como connivencia del Vaticano con el régimen militar, pese a que hubo religiosos que se jugaron la vida por defender los derechos humanos, como Monseñor Raúl Silva Henríquez, nombrado por Francisco en sus discursos.