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El nacionalismo, suele convenir a unos cuantos, que buscan perpetuarse en el poder

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A pesar de los riesgos, vale la pena asumir una idea escalofriante: lo mexicano es una invención

Por Reyes Gamez

Monterrey, México, Agencia de Noticias 3er Sector.- José Luis Traba Lara en su libro Mitos Mexicanos (Taurus), no solamente nos invita a desentrañar qué hay de cierto en estos mitos, sino revelar el papel que desempeñaron en la creación de un país marcado por el analfabetismo y la corrupción, entre otros males, pues, como nos recuerda Trueba, el nacionalismo, la idea de que somos como somos, suele convenir a unos cuantos, que buscan perpetuarse en el poder.

Trueba quien el próximo 29 de septiembre a las 16 horas presentará su libro en la Feria Internacional del Libro Monterrey 2024, dijo que hizo "un libro muy amigable, un libro relajiento, un libro que jugara mucho, pero también fuera muy serio", ya que los lectores de Mitos Mexicanos podrán encontrarse con fuentes que dar mayor profundidad a ocho historias que no te contaron en la escuela y nos inventaron como historia.

Porque al parecer la narrativa de nuestro nacionalismo es más mito, sobre esto, el autor señaló que en el "momento en que empiezas a adentrarte en estos mitos del nacimiento del nacionalismo mexicano, empiezan también a ocurrir una serie de cosas raras. Todos los puntos débiles de los mitos siempre han estado enfrente de nosotros. No era necesario buscarles mucho, no era necesario vamos, ser un genio para darte cuenta que allá había algo raro. Lo único que quizá hacía falta era no solo descubrirlo raro, sino ponerse a rastrearlo de donde había salido semejantes ideas y justamente en el libro pues lo que hago es ir rastreando como fueron creándose y mutando esas ideas, básicamente del siglo 19 para acá, que es cuando nacen la mayoría de ellos".

¿Qué tan chinescos y poblanos son realmente los orígenes de la china poblana, emblema de la feminidad mexicana? ¿Cómo fue posible que la imagen de la Patria, aquella que aparecía en la portada de los libros de texto gratuito, combinara elementos griegos y prehispánicos, con una toga heredada de la Revolución francesa, en una extravagante alegoría del progreso? ¿Por qué los mexicanos nos sentimos representados por figuras como el charro, el mariachi, pero también por el belicoso borracho o el político tramposo?

En este México, donde los gobernantes seleccionan a algún héroe nacional para tenerlo de ejemplo al momento de realizar sus acciones de gobierno, pues hay que tener cuidado que historia es la que cuentan.

"Piensa por un momento en los héroes que son mitos. Piensa en Juárez, Juárez fue durante muchísimos años uno de los heroes preferidos del PRI. Hoy es uno de los héroes preferidos de Morena, pero entre lo que cuenta Morena sobre Juárez y lo que contaba el PRI, son dos películas distintas.

El Juárez del PRI, por ejemplo, pues era el hombre de leyes, el hombre del liberalismo. En cambio el de Morena es el adalid de la anticorrupción, y dices, no les parece que ya aquello no está cuajando como debe ser, que hay aquí demasiadas historias sobre un solo personaje. Lo mismo ocurre con la china, con el charro, con los 41, con todos los personajes que pueblan los mitos mexicanos".

Además al leer la historia de La vecindad es que se puede descubrir que aquellos que viven en condición de pobreza, acabaron convirtiéndose en el pretexto ideal para que haya un gobierno redentor, claro debe tener cierto perfil, como el persona de Pepe El Toro, interpretado por el actor Pedro Infante.

"Gracias a esa reivindicación de la pobreza se logra algo prodigioso, que permanezcan los pobres para que haya alguien que lo redime, sí, o sea, un pobre sin redención no tiene sentido. Esto es un gobierno que vive de la redención o que ha vivido durante los últimos 100 años de redimir, pues no le viene mal los pobres y la idealización de la pobreza", señaló Trueba.

Respecto a la historia de los 41, el autor dijo hay que analizarlo detenidamente, ya que Porfirio Díaz "era más moderno que muchos gobernantes del siglo siguiente. Es decir, tú lees la sección de sociales de los periódicos de la época de don Porfirio y no era raro que en esa sección, insisto, de sociales, aparecían las fiestas donde la gente se travestía. Le daban de un premio al mejor travestido. Es más, tampoco era raro que gente de la clase política fuera a esas fiestas, generalmente yendo travestidos.

Es decir, había una cierta tolerancia, no estoy diciendo la apertura total, no, una cierta tolerancia, y los 41 yo creo que lo podemos ver como una historia que utiliza a la homosexualidad y al travestismo como un arma contra don Porfirio, lo están criticando a través de esta persecución. Son aquellos que no están de acuerdo en que la sociedad se libere tanto en sus costumbres y por lo tanto hay que golpear en ese sentido a don Porfirio. y ahí viene también quizá la explicación de su yerno, a quien se consideró falsamente como uno de los que andaban. En realidad los 41 no es un tema en principio sobre el travestismo o la homosexualidad, es un tema político de como conservadores y liberales y gente como don Porfirio se golpean a partir de un hecho, de una persecución, de una redada".

Trueba llamo a que no hay que distraer con debates sin sentido sobre esos mitos del nacionalismos, que no se pierda el foco en los temas importantes de la agenda, ya que "sucede que ese circo del nacionalismo nos obliga a olvidar los problemas reales para meternos en los problemas míticos. El perdón de los españoles o la devolución del penacho de Montezuma son problemas míticos, no son reales, es decir, todos los que participaron en esos hechos están muertos hace 500 años.

Y podemos dejar que maten hoy a las mujeres, podemos permitir que haya una matanza que no cesa en Culiacán, podemos permitir lo que sea mientras estamos henchidos de nacionalismo, porque como sabemos, como México no hay dos. Imagínate tú que fueras político y tuvieras que dar cuenta de la matanza de Culiacán: ¿qué prefieres, echarle a alguien la culpa del penacho de Moctezuma o entrarle a la matanza de Culiacán?

Sí, pues lo de Moctezuma, y si no hay problema, yo le miento la madre a los austriacos, se la miento a Napoleón, a Maximiliano y de paso a todos los del rumbo, y olvidamos el problema real, importante, serio, para empezar a discutir, como dicen los españoles, pues una chorrada que no va a ningún lado".