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El programa Bombeando Milagros brindó una mejor calidad vida gracias a una cirugía de corazón

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Gracias al programa Bombeando Milagros de CHRISTUS MUGUERZA Hospital Alta Especialidad

El corazón de Diego late con más fuerza y tiene la posibilidad de una mejor calidad de vida. Esta es su historia.

Monterrey, México. – Con un profundo amor, Monserrat Cruz y Abraham Leal se convirtieron en padres por primera vez. Saber que la llegada de Diego Isaac, su hijo, los llevaría a cumplir su anhelo de formar una familia, los llenaba de una profunda ilusión.

Cuando la espera por conocer y tener a Diego entre sus brazos terminó, la alegría que Monserrat y Abraham sentían poco a poco se disipó. Tan sólo al tercer día de nacido, Diego fue diagnosticado en CHRISTUS MUGUERZA Hospital Alta Especialidad con una coartación en la aorta, la principal arteria por la que el corazón transporta sangre a todo el organismo.

Esta malformación congénita impedía que la sangre de Diego llegará correctamente a sus piernas y pies, por lo que los médicos determinaron que necesitaba una cirugía de urgencia. De no atenderse a tiempo, esta enfermedad podría originar desde un aumento en la presión sanguínea hasta problemas cardiacos, renales y en las extremidades inferiores.

“El Dr. Jaime García lo checó y ahí fue donde se dio cuenta que el bebé tenía la malformación en la aorta, ahí fue donde inmediatamente lo internamos porque, si lo dejábamos pasar, nuestro bebé se iba a perjudicar, entonces hicimos lo posible por internarlo”, explicó Abraham, papá de Diego.

En espera de un milagro

Ante la inminente cirugía, Monserrat y Abraham no contaban con los recursos para solventar la operación, sin embargo, gracias al programa de responsabilidad social de CHRISTUS MUGUERZA, Bombeando Milagros, Diego pudo tener acceso a esa cirugía que le permitiera tener una mejor calidad de vida.

El Dr. Guillermo Quezada, líder médico de este programa, les explicó a Monserrat y Abraham de Bombeando Milagros, el cual atiende a niños en condición vulnerable que padecen alguna cardiopatía congénita.  Tras aplicar para este programa y cumplir con sus requisitos, los papás de Diego recibieron la noticia de que la operación de su hijo sería una realidad gracias a Bombeando Milagros.

“Estábamos muy angustiados, porque si hubiéramos dejado pasar más tiempo la cirugía, ahorita no tuviéramos al bebé aquí conmigo. (…) Cuando el doctor me dijo por teléfono, recuerdo que grité y le agradecí mucho a Dios, principalmente, porque fue un milagro para mí es como un milagro el que se haya autorizado (la cirugía)”, comentó Monserrat.

“En ese momento fue un respiro total, porque estábamos totalmente angustiados del día pasado a ese día. Estábamos totalmente con la incertidumbre, llorando con el dolor de nuestro corazón por nuestro primer bebé. Venían muchas preguntas, ¿qué habíamos hecho mal?, pero obviamente sabemos que Dios pone a muchas personas a ayudar y que es un bebé muy bendecido y muy amado por Dios”, comentó Abraham.

Agradecidos con Dios

El día de la cirugía llegó. Con tan sólo cuatro días de haber nacido, Monserrat y Abraham tuvieron que separarse nuevamente de su bebé y mantener la esperanza de que la operación sería un éxito.

La cirugía liderada por el Dr. Guillermo Quezada consistió en remover el defecto congénito y reconectar la aorta.  En ella también participó el Dr. Jaime García, cardiólogo pediatra y ecocardiografista fetal y pediátrico, y el Dr. Rosemberg Albores, anestesiólogo cardiovascular pediátrico, así como alrededor de 10 personas entre personal de enfermería de distintas áreas como terapia neonatal, quirófano y de pediatría de Hospital Alta Especialidad.

“Al saber que era una cirugía de corazón, estás con la inquietud de que es un riesgo, al fin de cuentas si es una operación exitosa o no, es un riesgo, es un volado, pero Dios obró bastante a través del cirujano del Dr. Guillermo, la verdad bendecimos sus manos al operar un corazoncito tan chiquito”, expresó Abraham tras la cirugía de su hijo.

Tras la cirugía, la evolución de Diego fue muy favorable y su recuperación muy rápida, lo cual sorprendió gratamente a sus padres y a los propios médicos.

“Los doctores nos han dicho que es un bebé muy sano y que se ve que se ha recuperado muy pronto, a nosotros se nos hacía que nos íbamos a quedar hasta dos semanas aquí (en Hospital Alta Especialidad). No han pasado muchos días, pero bebé está cada vez mejorando y se le nota simplemente en el hecho de que pide de comer a cada rato”, contó Abraham.