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Charla sin barreras: “Mi propósito será promover que el mercado laboral abrace y celebre las diferencias”

Sostenibilidad
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El CCE lanza el decálogo “Los Principios de Dimensión Social de las Empresas en México” .

Habrá siete diferentes ‘áreas de enfoque’ y ella dirigirá la de Inclusión, DDHH y Participación Ciudadana.

En esta entrevista nos cuenta qué podemos esperar ahora por parte de la IP de apoyo a las pcd.

Por Bárbara Anderson

Ciudad de México.-  El CCE lanza “La dimensión social del empresariado”, una iniciativa donde has sido invitada a sumarte por el propio presidente del Consejo, Carlos Salazar, ¿de qué se trata este proyecto?

“Los Principios de Dimensión Social de las Empresas en México”, es una iniciativa para que todo el sector privado mexicano profundice un compromiso de solidaridad, para que juntos participemos decididamente en construir mejores condiciones de vida para los mexicanos, y que contribuyamos de manera contundente a las comunidades en las que operamos. El mundo está cambiando de manera acelerada. Hay descontento en todas las regiones. Es momento de replantear como sector privado nuestro papel ante la sociedad, de la cual somos partes.

Es un decálogo que esperamos asuman la mayor cantidad de empresas y de organismos empresariales.

Con Cemex, participaremos comprometiéndonos como empresa y como parte del Pacto Global, ya que con este último tenemos una alianza con CCE para promover los principios de Naciones Unidas y la Agenda 2030 en el sector empresarial en México.

Es muy importante la adhesión de Cemex. Estamos sumando empresas y organismos empresariales. La adhesión sólo significa estar de acuerdo con los 10 principios. Posteriormente se irán anunciando acciones concretas en las que cada empresa decidirá si entra o no.

Para poner en contexto, ¿qué significa cuando decimos CCE? ¿a cuántas empresas, empleados y peso económico representa?

El CCE es lo que llamamos la “cúpula de cúpulas”. Representa a los 12 principales organismos empresariales nacionales del país. A través de ellos, se representa a más de 150 organizaciones, y a más de millón y medio de empresas. El CCE es quien lleva la voz del empresariado ante las autoridades para los temas transversales que afectan a todo el sector privado. Y cada organismo representa aspectos específicos de sus agremiados. 

Dentro de la comisión de la que formarás parte, ¿cuáles son las expectativas y cuál es el alcance que se busca dar desde tu esfera?

Una precisión, no es una Comisión sino un Área de Enfoque: esta es una nueva figura que estableció Carlos Salazar a su llegada al CCE. Hay 7 Áreas de Enfoque y bajo cada una están distribuidas las Comisiones de Trabajo. En mi caso, soy Consejera del Área de Enfoque de Democracia y Compromiso Social, junto con mi colega Alejandro Rodríguez.

La figura de Consejera también es nueva, y el objetivo es ayudar a dar guía para que se logren agendas integrales y propositivas.

En el área que me toca hay tres comisiones, que son de nueva creación, con temas sociales muy relevantes: la de Inclusión, la de Derechos Humanos y la de Participación Ciudadana. Uno de los principales objetivos recién aprobados en la Comisión Ejecutiva del CCE es que impulsaremos la creación de más Consejos de Planeación Estatal que sigan el exitoso modelo de Consejo Nuevo León, que es un ejemplo de colaboración entre empresariado, sociedad y gobierno.

Tú tienes una larga experiencia dentro y fuera del país en lo que refiere al nuevo rol y responsabilidades que juegan las empresas en la sociedad actual, ¿cómo está México y su IP versus el resto de Latinoamérica o versus los países de la OCDE?

En varios indicadores, como país, estamos rezagados tanto en OCDE como América Latina.

En México tenemos muchas empresas grandes que han logrado globalizarse y ser referentes internacionales. Pero también tenemos muchas empresas con culturas que no han evolucionado. Y tenemos el grandísimo reto de lograr que las MiPyMEs tengan mucho mayor consolidación y éxito. El 75% sólo dura 3 años máximo. Una razón es la cantidad de trámites gubernamentales. O la falta de crédito y financiamiento. Por eso también una nueva línea prioritaria para el CCE será la de tomar acciones concretas para ayudar a las MiPyMEs, y establecer compromisos desde las empresas grandes para apoyarlas. En términos de solidaridad social, hay empresas que han hecho mucho. Pero en general nos ha faltado participar mucho más. Por eso la presentación de los Principios de Dimensión Social, para estar acordes a la nueva realidad.

¿Cuáles son los principales focos a cubrir desde el sector empresarial en el país?

Para mí,  los Principales focos a cumplir son:

Los modelos de negocio en las empresas y su papel en la sociedad evolucionan hacia un capitalismo más consciente.

Las empresas deben tener el propósito integrado en su estrategia de negocio para la sostenibilidad de las mismas.

Los mercados demandan empresas con propósito, que estén enfocados en las personas y su bienestar.

Entender muy bien los grandes riesgos del mundo que hoy, 2020, en su mayoría son riesgos que tienen que ver con la crisis climática y los desastres naturales, que conllevan a su vez a muchas problemáticas sociales como la migración, crisis alimentaria y salud, desigualdades, entre otras y desarrollar inversiones e iniciativas con impacto real, escalables, replicables y medibles.

En México:

En nuestro país las empresas estamos comprometidas con el desarrollo y mejora de  la calidad de vida de nuestros ciudadanos.

Prueba de ello es el compromiso que hoy promueve el CCE y el trabajo que hacemos también desde Pacto Mundial en México.

Igualmente, desde la IP en México, tenemos que avanzar hacia modelos como los que nos han propuesto en Davos. Empresas conscientes, con propósito.

Sin embargo, pese a que se han conseguido avances en temas de pobreza, especialmente pobreza extrema; continuamos teniendo grandes desafíos en temas de género, cambio climático, jóvenes y cadena de valor: 53.4 millones de personas en pobreza, donde 9.4 millones de ellos viven en condición de pobreza extrema

La OCDE nos sitúa como el país con mayor proporción de adultos jóvenes sin estudios.

También debemos de tener enfoque en lo que debemos cumplir de la Agenda 2030 en temas de Género, asegurar capacitación de STEM para que con los procesos de digitalización y automatización, no implica mayor desigualdad para las mujeres y niñas; establecer las medidas necesarias para reducir la brecha salarial; en temas de Cambio Climático las empresas tienen que ser capaces de medir sus emisiones y fijar metas de reducción, sólo así llegaremos al objetivo de ser carbono neutral; con nuestros jóvenes, tenemos que crear las condiciones para la participación efectiva de los jóvenes, y desde las empresas hay que poner los mecanismos adecuados para promover su liderazgo, fomentando el emprendedurismo y la innovación.

Y en la cadena de valor, debemos fomentar la creación de valor para los stakeholders internos y externos y la sociedad en su conjunto para la creación de valor compartido de modo dinámico, sistémico e integral.

Sin dudas, la inclusión de las pcd en todos los ámbitos de la sociedad sigue siendo un pendiente ‘huérfano’ que no ha tenido una real dimensión y cobertura desde el lago gubernamental, ¿qué rol pueden cumplir las empresas?

La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad es muy clara en observar que los obstáculos y barreras que la sociedad impone, terminan convirtiéndose en prejuicios y estereotipos. Y eso es muy importante comprenderlo desde la visión de los negocios, porque la inclusión de las personas con discapacidad suma no sólo porque abre una oportunidad de desarrollo económico para las personas, sino al mismo tiempo para las empresas al adherir una fuerza de trabajo.

Por lo que la comunidad internacional ha acordado marcos verdaderamente innovadores para promover los derechos de las personas con discapacidad. Entre ellos figura la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que con 181 Estados parte, se encuentra entre los tratados de derechos humanos más ampliamente ratificados del mundo.

También la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible se compromete firmemente a garantizar que las personas con discapacidad no se queden atrás en la búsqueda de la comunidad internacional por la paz y la prosperidad en un planeta saludable.

Sin embargo, siguen existiendo grandes brechas entre estos ambiciosos pasos y la realidad cotidiana que enfrentan las personas con discapacidad, tan sólo en México estamos hablando de 7.7 millones de personas.

Las empresas en nuestro rol dentro de la comunidad tenemos un compromiso para asegurar la inclusión de todo tipo de personas al mercado laboral, incluidas las personas con discapacidad, creando las condiciones adecuadas para que desarrollen sus funciones con garantía y seguridad. La suma de personas con discapacidad da a las empresas un verdadero propósito de transformación e inclusión social. Centrarnos en el empoderamiento de estas personas trae consigo un desarrollo equitativo y sostenible.

Sin embargo, este esfuerzo no puede ser unilateral, necesitamos un enfoque conjunto con gobierno y también sociedad civil para asegurar estos procesos. Nuestro liderazgo juega un rol clave para forjar un pensamiento incluyente, tomando como base la diversidad cultural, raza, género y discapacidad en nuestro ser y hacer como negocios responsables.

Y con respecto a este tema, ¿qué planes ha implementado CEMEX en cuestiones de inclusión y accesibilidad de las pcd?

En CEMEX somos una compañía global, con más de 42,000 empleados en todo el mundo, que representan una amplia gama de países, culturas, perfiles y experiencias. Todos ellos tienen un rol único y valioso dentro de la organización.

Estamos muy orgullosos de nuestra familia CEMEX, y buscamos su bienestar a través de múltiples iniciativas que promovemos para ofrecer a nuestra gente un ambiente laboral seguro y saludable para todos.

En este contexto en particular, promovemos, desde el año 2000, el programa Movimiento Congruencia junto con más organizaciones en México e implementado en nuestras operaciones nacionales, enfocado en identificar y reclutar a personas con discapacidad que tienen un título profesional, contando actualmente con 45 empleados activos. 

Además, en Croacia, nuestras operaciones cooperan formal y estrechamente con el Centro Croata para la Rehabilitación y el Empleo de Personas con Discapacidad, promoviendo la integración de estas personas mediante su participación en diferentes actividades del mercado laboral. Durante el año 2018, integramos a 834 personas con discapacidad en nuestra fuerza laboral a través de estos y otros programas.

Ahora, en CEMEX, se busca fomentar una cultura de diversidad e inclusión que involucre a todos los empleados. En 2018, lanzamos la Política Global de Diversidad e Inclusión. Con esto en mente, tenemos la intención de complementar y apoyar su implementación con un plan de despliegue al 2030 en todas nuestras unidades de negocio a través de una serie de esfuerzos clave. Así mismo, el ODS 8, enfocado a trabajo decente y crecimiento económico, es de los 5 prioritarios para la empresa, por lo que es claro que nuestra gente, independientemente de su contexto, es prioridad para la empresa.

Adicional a ello, llevamos a cabo la Evaluación de Cumplimiento en Derechos Humanos en más de 30 unidades de negocio de todos los países en los que tenemos operaciones de cemento, concreto y agregados, en las terminales marítimas y en nuestras oficinas corporativas más grandes, incluido el corporativo global de CEMEX. La evaluación sobre el impacto a los derechos humanos en cada país se realizó a través de un esfuerzo conjunto coordinado por los Comités de Ética locales, con el apoyo de un grupo mul­tidisciplinario de expertos provenientes de las funciones clave, incluidas Recur­sos Humanos, Legal, Administración de Riesgos Empresariales, Abastecimiento, Sostenibilidad, Salud y Seguridad, Comu­nicación y Responsabilidad Social. 

En el 2018, el 47% de nuestras unidades de negocio crearon oportunidades para personas con discapacidad. A 2018 participan 1,676 personas con discapacidad en CEMEX.

Una mayor cercanía y compromiso social de las empresas no solo es una cuestión de ‘buena voluntad’ sino que significa una rentabilidad. ¿Cuál es el beneficio en el ‘bottom line’ para las empresas de tener una presencia más activa en sus comunidades?

De forma contundente, las empresas no crecen en sociedades que no prosperan. Así de simple.

También es cierto que hoy en día existe una sociedad más activa que cuestiona las acciones de las empresas, y exige que vayan más allá de sus “Business as Usual” (modelo tradicional de negocio). Es nuestra responsabilidad el establecer relaciones de confianza, ya la sociedad es consciente que sus decisiones de mercado tienen un impacto en la sociedad y en la sostenibilidad del planeta. Así mismo, el propósito debe estar integrado en la estrategia de negocio, y ser parte de las decisiones de negocio e inversión para ser sostenibles.

Los retos globales son locales, y también representan oportunidades de negocio.

De acuerdo con el reporte Better Business, Better World, se pueden abrir oportunidades de hasta 12 trillones de dólares de oportunidades de mercado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y desarrollar hasta 380 millones de empleos hacia el 2030. Las empresas pueden destapar estas oportunidades a través de valor compartido, atendiendo los retos sociales de manera que mejoren el negocio de manera competitiva y con ganancias.

A lo largo de los últimos años numerosos estudios, datos, y análisis nos demuestran que el compromiso de las empresas con el desarrollo sostenible es rentable.

Es rentable y genera Valor Compartido, en donde la competitividad de una compañía y la salud de las comunidades a su alrededor son mutuamente dependientes. Las empresas hemos comprendido que para ser sostenibles tenemos que asumir nuevos roles, enfrentar otros compromisos e involucrarnos, desde otra perspectiva, con la comunidad.

Dentro de estos roles, es el crear el valor compartido a través de:

Repensar nuestros productos, servicios y necesidades de clientes

Involucrar a la cadena de valor

Mejorar el ecosistema local de negocio

Trabajar con los diferentes grupos de interés en los países donde tenemos operaciones es fundamental para asegurar la sostenibilidad y resiliencia del ecosistema, la calidad de vida y el bienestar de la sociedad, a través de una cultura de negocio responsable con lo que aseguramos la licencia para operar, creamos experiencias positivas para los actores sociales, y generamos valor compartido.  Esto lo confirma la cumbre principal de negocios en Davos, el establecer relaciones de confianza con nuestros grupos de interés es clave.

A nivel práctico, esta presencia activa también resulta positiva. Por ejemplo, recientemente Danone ha recibido un préstamo sindicado en Francia de €2Bn referenciado a sus esfuerzos de factores ESG (Enviromental, Social & Gonvernment)

Tienes una doble cachucha: la de ser el faro de acciones responsables de CEMEX y también como la responsable local de Pacto Mundial de las Naciones Unidas, ¿cuánto están comprometidas las empresas con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)? ¿Cuáles de estos objetivos están directamente relacionados con los derechos de las pcd?

Siempre me pondré la cachucha de los que estén trabajando por ayudar al planeta, por ser mejores personas, por cambios en la sociedad, en fin, por un mundo mejor, buscando una transformación personal para lograr así buscar una transformación de otros que nos lleve a una colectividad.

En México, la adhesión de las empresas a los cuatro ejes del Pacto Mundial ha sido un proceso que debemos acelerar. Es urgente, si no no lograremos llegar a las metas de la Agenda 2030. 

Es un llamado a las empresas a alinear sus estrategias y operaciones con principios universales sobre Derechos Humanos, Estándares Laborales, Medio Ambiente y Anticorrupción, y a tomar medidas que promuevan los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En la actualidad, a nivel mundial contamos con más de 14,500 empresas en más de 160 países y más de 70 redes locales.

En México son alrededor de 600, así que estamos difundiendo ampliamente el mensaje de que cualquier tipo de empresa, sin importar el tamaño, en cualquier parte del planeta, puede jugar un papel fundamental para mejorar nuestro mundo.

Respondiendo a tu pregunta, puedo decirte que son pocas las empresas en México que están institucionalmente comprometidas con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y la invitación es que se acerquen al Pacto Mundial México.

Sin embargo, cada vez más vemos cómo las empresas ven el beneficio de integrar los ODS a su estrategia de negocio, priorizarlos e ir más allá con aquellos con los que pueden crear valor compartido, es decir, para la empresa y para la sociedad y el planeta.

Por ejemplo en CEMEX, estamos comprometidos y colaborando con Pacto y ONU desde el 2004. En línea con nuestro compromiso con ODS de las Naciones Unidas, priorizamos cinco que se relacionan directa­mente con el negocio de nuestra compa­ñía y representan nuestra mejor oportu­nidad de hacer una mayor contribución a los objetivos globales de las Naciones Unidas para el 2030. Estos cinco objetivos se enfocan en la promoción de empleo digno y crecimiento económico (ODS 8); innovación y desarrollo de infraestructura (ODS 9); mitigación del cambio climá­tico (ODS 13); conservación del medio ambiente y los ecosistemas (ODS 15), y el progreso hacia ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11).

Respecto a las personas con discapacidad, específicamente visto desde el Pacto Mundial, puedo decir que tal y como reza el artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

Así que tenemos que trabajar en alianza con el gobierno y las cámaras empresariales para mejorar los índices de la tasa de desempleo de las personas con discapacidad en México, porque de la población de 7.7 millones de personas que viven en este país con alguna discapacidad, sólo 40 % participa en alguna actividad económica.

Debemos trabajar por evitar la desigualdad para acceder al mercado laboral que viven las personas con discapacidad y los ODS involucrados en esta meta son varios, desde el ODS 3 sobre Salud y bienestar, o el ODS 8 sobre Crecimiento económico Inclusivo, el ODS 10 sobre Reducción de las desigualdades, hasta el ODS 17 que nos dicta hacer Alianzas para reforzar las acciones que urgen para un mundo mejor y no dejar a nadie atrás. 

Así mismo, la Agenda 2030 se han comprometido a “no dejar a nadie atrás” y considerar a la discapacidad como una cuestión transversal en la implementación de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Referencia a la discapacidad, específicamente en las partes relacionadas con la educación (ODS 4), el crecimiento económico y el empleo (ODS 8), la desigualdad (ODS 10) y la accesibilidad de los asentamientos humanos (ODS 11), así como en la recopilación de datos y el seguimiento de los ODS.

¿Cuál es tu meta personal en este sentido? ¿cuál será el sello Martha Herrera en tu paso por esta iniciativa y por este plan nuevo dentro del CCE?

Definitivamente mi objetivo es ser una líder que logra construir y abonar al desarrollo de nuestro México y de los países en donde mi empresa tiene operaciones, logrando una transformación social compartida. Me interesa que continuemos fomentando la empatía, la colaboración, y que juntos logremos implementar acciones concretas que abonen a las metas de la Agenda 2030, como lo son por ejemplo el erradicar la pobreza, las desigualdades, y logremos ser disruptivos e innovadores antes esta gran crisis climática.

Es importante fomentar la innovación e integración del bienestar, diversidad e inclusión en la cultura empresarial.  Debemos continuar creando valor compartido, para que como sociedad prosperamos, creando negocios que generen bienestar para la sociedad y para la iniciativa privada.

Desde mi área de enfoque en el CCE, me gustaría lanzar iniciativas y proyectos concretos en lo colectivo, con impactos positivos reales. Mi estrategia es apoyar a pasar del diagnóstico a la acción.

Por supuesto, en temas de inclusión mi foco es asegurar que las mujeres estamos mejor representadas en las empresas. Que las niñas pueden optar a puestos de trabajo en igualdad de condiciones que sus pares, y que los problemas estructurales, el cambio climático, la automatización y la digitalización no agravan la situación.

Dar a las empresas herramientas que les ayuden a implementar medidas adecuadas que garanticen a lo interno y en su cadena de valor que los derechos humanos son respetados a todos los niveles y en todas las operaciones.

Y finalmente teniendo en cuenta que 15% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad, mi propósito será promover que el mercado laboral abrace y celebre estas diferencias, no solo porque es lo correcto, sino porque es una verdadera palanca y estrategia para la competitividad de los negocios. Estamos claros que en algunas empresas ya la diversidad podrá ser obligatoria o parte de la estrategia, pero en la práctica la inclusión sigue siendo opcional. Así que el promover que no lo sea, seguirá siendo parte de mi propuesta. 

Igualmente, creo que los ciudadanos jugamos un rol fundamental, tenemos la capacidad y responsabilidad de actuar, opinar, y presionar a las autoridades para tener comunidades más resilientes y justas. A través de esta área de enfoque y las comisiones que la conforman, me gustaría promover acciones que nos lleven a tener una ciudadanía participativa que eleve su voz para promover una sociedad más equitativa, justa que busque diseñar su propio destino.

Creo que podemos conseguirlo, con acciones concretas y de forma conjunta, lo lograremos.

Martha Herrera

Directora Global de Negocio Responsable de CEMEX y Presidenta de la Red de Pacto Mundial de las Naciones Unidas en México.