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ONU celebra el Día del Idioma Español, un idioma indispensable para el éxito del multilateralismo

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Una lengua que han asegurado sirve para el entendimiento dentro de la diversidad y para la comunicación internacional

Naciones Unidas.- “El español no es solo una herramienta esencial de trabajo en la Organización de las Naciones Unidas. Es también un elemento indispensable para el éxito del multilateralismo”, ha asegurado el viernes 23 abril el Secretario General de las Naciones Unidas en un mensaje difundido con motivo del Día del Idioma Español.

El mensaje de António Guterres se difundió durante un Conversatorio virtual que celebró el Grupo de Amigos del Español en las Naciones Unidas, presidido por el embajador de Colombia, Guillermo Fernández Soto, que este año preside ese grupo.

“En este día especial, quiero unirme a ustedes para celebrar el español. Un idioma que unifica a más de 500 millones de personas de diferentes culturas y países. Una riqueza y un patrimonio compartido que conecta a individuos y comunidades en todo el planeta”, dijo Guterres.

El titular de la ONU destacó después la importancia del multilingüismo cuando dijo que, dentro del proceso de renovación y fortalecimiento de la Organización, y de las estructuras de gobernanza mundial, “el multilingüismo seguirá siendo un principio rector” del trabajo por la paz, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.

También destacó que, “aunque la pandemia ha cambiado profundamente” el trabajo y el mundo, también ha puesto de manifiesto la necesidad vital de que la información sea fiable y accesible para todos”, algo que las Naciones Unidas ofrece a través de ese multilingüismo.

La segunda lengua de la comunicación internacional

Por su parte, el embajador colombiano coincidió con Guterres cuando dijo que el español “es la segunda lengua más empleada en la comunicación internacional; y la segunda más utilizada en las consultas realizadas a través de la web, tal como lo constatan las estadísticas de las Naciones Unidas”.

También habló sobre la necesidad del multilingüismo cuando dijo que este es “una piedra angular para el fomento de la diversidad, la inclusión, la solidaridad y la cooperación”.

Fernández Soto recordó que precisamente el Grupo, que se estableció en 2013 y está integrado por 20 países, nació con el fin de “visibilizar la contribución del idioma español al multilingüismo y abogar para que este último se refleje adecuadamente en la labor de la Organización”.

 En el Conversatorio Virtual participó el escritor colombiano Juan Gabriel Vasquez, quien resaltó la importancia de libros como El Lazarillo de Tormes o el Quijote para entender el mundo y cómo esa comprensión de la realidad que nos rodea ha sido puesta en cuestión por el mundo digital en el que vivimos y por las redes sociales.

El humanismo en la literatura

Frente a la capacidad de comprensión y empatía que produjeron esos libros y las novelas que surgieron después, las redes sociales hacen imposible esa comprensión de la realidad e impiden la empatía, explicó Juan Gabriel Vásquez, que defendió que la literatura es un espacio de libertad y de rebeldía.

“El Quijote es un libro al que volvemos siempre, volvemos constantemente, la voz de Cervantes, en estos siglos que nos separan de la publicación de ese libro, sigue siendo igual de generosa, igual de humana, profundamente humana, llena de simpatía, llena de comprensión por lo que somos los seres humanos con todos nuestros defectos y todas nuestras carencias”, aseguró el escritor.

Juan Gabriel Vásquez comentó brevemente el capítulo de los galeotes en El Quijote, donde se habla del Lazarillo de Tormes, del que afirmó es “uno de los más maravillosos, más importantes y peligrosos que se han escrito en esta lengua nuestra”, porque con él aparece “una visión del mundo que toma una forma especial, y que estalla con Don Quijote”, la visión humanista.

“El Lazarillo es una encarnación de una forma del humanismo que está en el inicio de algunas de las conquistas más bellas de nuestra civilización, de esta civilización, cuya tienen en mente las Naciones Unidas cuando mejor funcionan. Y también representa una serie de valores que me llenan de melancolía porque siento, a veces que no están a gusto en este mundo nuestro”, explicó.

El mejor antídoto contra el fanatismo

Tras indicar que con esos libros se abrió un camino hacia la novela y la literatura modernas, citando ejemplos de múltiples autores y obras que siguieron esa estela, añadió: “Esa capacidad, para durante el tiempo de la lectura, ver el mundo desde otras coordinadas es, entre otras muchas cosas, es el mejor antídoto contra los fanatismos”.

Sin embargo, alertó de que ese antídoto está en peligro, al señalar que “esa manera de imaginar a los otros que nos propuso la novela moderna, a partir del renacimiento, esa manera de imaginar a los otros que han facilitado o coadyuvado algunas de nuestras mejores conquistas como sociedad, ha pasado en la última década por una transformación tan potente que esas conquistas se ven por primera vez amenazadas”.

Las amenazas surgen del mundo digital y de las redes sociales que, dijo, han supuesto “un terremoto terrible para nuestra noción de ciudadanía”, porque que “tal como las usamos hoy o tal como permitimos que ellas nos usen, se han convertido en un lugar de intolerancia, de violencia verbal, de narcisismo y de paranoia”.

Tras reconocer que usar las redes sociales para convencer a los jóvenes de que lean libros, tal y como propuso el embajador uruguayo, Carlos Amorín, durante el diálogo virtual, es de “una subversión deliciosa y un acto de justicia poética”, Juan Gabriel Vásquez tuvo unas palabras sobre la democracia de la que dijo que es “una negociación constante, un tira y afloja, todos los días entre nuestros intereses y los del otro, una negociación en la que cedemos parte de lo que creemos para espera que los demás cedan”.

Y añadió: “esa negociación es únicamente concebible cuando no solo aceptamos, sino que le abrimos el brazo a la idea de que todos tenemos horizontes distintos, todos queremos cosas distintas, como individuos, como repúblicas, como sociedades, todos buscamos algo distinto. Y el lugar donde eso está más evidente, más explícito y, además, donde lo entendemos de manera más cercana, con mucha frecuencia, es la literatura. La literatura es un espacio donde cobramos conciencia de la inmensa diversidad de nuestros objetivos humanos, de nuestras intenciones y de lo que nos mueve”.