Algunas personas creen falsamente que, si son relativamente jóvenes, no importa si contraen COVID-19
Naciones Unidas.- La confusión, la complacencia y la inconsistencia en las medidas de salud pública y su aplicación están impulsando la transmisión del COVID-19 y cobrándose vidas, alertó este lunes el director de la Organización Mundial de la Salud.
Los casos de COVID-19 a nivel mundial han aumentado por siete semanas consecutivas, y las muertes por cinco, a pesar de que se han administrado más de 780 millones de dosis de vacunas en todo el mundo.
“No se equivoquen, las vacunas son una herramienta vital y poderosa. Pero no son la única herramienta. Decimos esto día tras día, semana tras semana. Y lo seguiremos diciendo”, dijo Tedros Adhanom Gebreyesus durante su conferencia bisemanal ante la prensa.
El doctor advirtió que las unidades de cuidados intensivos en muchos países se están desbordando y la gente está muriendo, algo que dijo “es totalmente evitable”.
“En algunos países, a pesar de la transmisión continua, los restaurantes y clubes nocturnos están llenos, los mercados están abiertos y abarrotados y pocas personas toman precauciones”, denunció.
Según el experto, algunas personas parecen estar adoptando el enfoque de que, si son relativamente jóvenes, no importa si contraen COVID-19.
“Esta enfermedad no es una gripe. Han muerto personas jóvenes y sanas. Y todavía no comprendemos completamente las consecuencias a largo plazo de la infección para quienes sobreviven”, dijo.
Tedros advirtió que muchas personas que han pasado incluso una enfermedad leve informan síntomas a largo plazo que incluyen fatiga, debilidad, "confusión mental", mareos, temblores, insomnio, depresión, ansiedad, dolor en las articulaciones, opresión en el pecho y más síntomas de COVID prolongado.
La importancia de las medidas de salud
La epidemióloga jefa de la OMS, María Van Kerkhove, enfatizó que la trayectoria de la pandemia está creciendo de manera exponencial ya que por siete semanas seguidas se han visto más de 4,4 millones de casos por semana, mientras el año pasado se reportaban 500.000 en el mismo periodo de tiempo.
Van Kerkhove expresó que el mundo no está en la dirección correcta y que es necesario tomar en serio la situación.
“No estamos donde queremos estar a 16 meses después del comienzo de la pandemia, cuando tenemos medidas de salud comprobadas y eficaces. Ahora mismo todo el mundo tiene que evaluar qué es lo que estamos haciendo… las vacunas están comenzando a llegar, pero no están todavía en todas partes (…) ahora tenemos que usar las medidas de salud (…) Mira tus redes sociales, mira lo que la gente está haciendo y como te estás mezclando, y asegúrate de tomar los pasos necesarios para protegerte a ti y a tus seres queridos", dijo la experta.
Tedros por su parte recordó que muchos países del mundo han demostrado que el virus se puede detener y contener con medidas de salud pública comprobadas y sistemas sólidos que responden de manera rápida y constante a los casos, y que, como resultado, muchas de esas naciones han “alcanzado el control del COVID” y sus poblaciones ahora pueden disfrutar de eventos deportivos, conciertos, restaurantes, y ver a sus familiares y amigos de manera segura.
“El distanciamiento físico funciona. Las mascarillas funcionan. La higiene de las manos funciona. La ventilación, la vigilancia, las pruebas, el rastreo de contactos, el aislamiento, la cuarentena y la atención compasiva: todo esto funciona para detener las infecciones y salvar vidas”, dijo el experto, pidiendo una vez más un enfoque coherente, coordinado e integral a los Gobiernos.
Acabar con la pandemia depende de todos
El director dijo que la OMS no quiere confinamientos interminables, y explicó que los países que están en una mejor situación ahora es gracias que adoptaron una combinación de medidas adaptadas, mesuradas, ágiles y basadas en la ciencia.
“Nosotros también queremos ver la reapertura de sociedades y economías y la reanudación de los viajes y el comercio”, dijo.
Tedros afirmó que, aunque la pandemia está lejos de terminar, aún así hay razones para el optimismo: la disminución de casos y muertes durante los dos primeros meses del año muestra que este virus y sus variantes pueden detenerse.
“Con un esfuerzo concertado para aplicar medidas de salud pública junto con una vacunación equitativa, podríamos controlar esta pandemia en cuestión de meses. Lograrlo o no se reduce a las decisiones y acciones que los gobiernos y las personas toman todos los días. La decisión es nuestra”, concluyó el director de la Organización Mundial de la Salud.