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El remdesivir y el interferón tienen “poco o ningún” efecto en pacientes graves de COVID-19, afirma OMS

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El único medicamento efectivo comprobado es la dexametasona

La hidroxicloroquina, el lopinavir y el ritonavir, ya habían sido previamente descartados.

Naciones Unidas.- La Organización Mundial de la Salud anunció que dos de los tratamientos que se estudiaban contra el COVID-19, el remdesivir y el interferón, tienen “poco o ningún efecto” en prevenir muertes o reducir tiempo de hospitalización en pacientes con enfermedad grave.

Así lo demostraron los resultados del Ensayo de la Solidaridad coordinado por la OMS, el mayor estudio del mundo sobre tratamientos que involucra a 13.000 pacientes en 500 hospitales de 30 países.  

En solo seis meses el ensayo aleatorio generó “pruebas concluyentes” del limitado o inexistente efecto de regímenes de remdesivir, hidroxicloroquina, lopinanir, ritonavir e interferón, durante 28 días o el curso hospitalario de pacientes graves.

En junio, se había retirado la hidroxicloroquina del estudio, y, en julio, se anunció que no se reclutarían más pacientes para recibir lopinavir y ritonavir.

“El Ensayo de la Solidaridad todavía está alistando a 2000 pacientes cada mes y evaluará otros tratamientos, incluyendo los anticuerpos monoclonales y nuevos antivirales. Por el momento, el corticoesteroide dexametasona es el único tratamiento que se ha mostrado efectivo para pacientes con enfermedad grave de COVID-19,”, explicó el doctor Tedros Adhanon Gebreyesus, el director general de la OMS, durante su habitual conferencia bisemanal.

El estudio analizó los efectos de los mencionados tratamientos en la mortalidad general, el inicio de la ventilación y la duración de la estancia hospitalaria en pacientes internados. Otros usos de los fármacos, por ejemplo, en el tratamiento de pacientes en la atención primaria o para la prevención, deberían examinarse mediante diferentes ensayos, explicó la OMS.

Los resultados del ensayo, que ahora están siendo revisados por pares, serán publicados en una de las revistas médicas más reconocidas, anunció el director general.

Tedros agregó que todavía hay muchos otros estudios en curso de terapias identificadas a través de la hoja de ruta de investigación y desarrollo del COVID-19.

“La OMS sigue totalmente comprometida con acelerar el desarrollo de vacunas, diagnósticos y terapias para COVID-19, y con asegurar su distribución equitativa. Con ese espíritu, damos la bienvenida a los esfuerzos para ampliar el acceso a las pruebas, tratamientos y vacunas de COVID-19, como la reciente propuesta de Sudáfrica e India a la Organización Mundial del Comercio de renunciar a las patentes de productos médicos para COVID-19 hasta el final de la pandemia”, aseguró el director.

Recomendaciones actualizadas

La científica jefa de la OMS, la doctora Soumiya Suaminathan, aclaró que la semana pasada también se publicaron los resultados del ensayo clínico de los lnstitutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos, mucho más pequeño que el coordinado por la OMS, pero que también demostró que no había un beneficio significativo del remdesivir para reducir la mortalidad.

“Lo que si encontraron es que en un subgrupo de pacientes que no estaban recibiendo oxígeno, el remdesivir puede ser potencialmente tener un beneficio. Pero es muy difícil de comparar estos números con nuestro ensayo, ya que la muestra de pacientes es muchísimo más pequeña que la nuestra”, dijo.

Al ser preguntados sobre cuáles deben ser los pasos a seguir por los hospitales tras los resultados del ensayo, la experta de la OMS explicó que su equipo de recomendaciones sobre medicamentos considera toda las pruebas de un tratamiento particular, y luego analiza todos los datos para generar recomendaciones.

“Cuáles son los efectos secundarios, qué dosis debe utilizarse, en qué momento del tratamiento de los pacientes, etc. El grupo experto para el desarrollo de recomendaciones, designado por la OMS, como ustedes saben ya ha emitido una guía sobre los corticoesteroides, y ahora mirarán a todos estos medicamentos y en un par de semanas emitirán un trabajo nuevo. Esto será lo que utilicen los médicos y trabajadores de salud alrededor del mundo, pero también hay que decir que los países también hacen sus recomendaciones de manera nacional”, aseveró la doctora Suaminathan.

El peligro de la gripe

Durante la conferencia, el director de la OMS también alertó sobre el aumento de los casos de COVID-19 en el hemisferio norte, especialmente en Europa, donde los países están ampliando las medidas para contenerlo, y muchas personas están comprensiblemente cansadas de los trastornos que la pandemia está causando en sus vidas y sus medios de subsistencia.

“La semana pasada, el número de casos notificados en Europa fue casi tres veces mayor que durante el primer pico de marzo. Aunque el número de muertes reportadas en Europa la semana pasada es mucho menor que en marzo, las hospitalizaciones están aumentando y muchas ciudades informan que alcanzarán su capacidad de camas de cuidados intensivos en las próximas semanas”, advirtió Tedros.

El experto dijo que cada cama de hospital ocupada por un paciente con COVID-19 es una cama que no está disponible para otra persona con otra afección o enfermedad, como la gripe, cuya temporada comienza con la llegada del invierno.

“Cada año, hay hasta 3,5 millones de casos graves de influenza estacional en todo el mundo y hasta 650.000 muertes relacionadas con las vías respiratorias”, explicó.

Durante el invierno del hemisferio sur de este año, el número de casos de gripe estacional y muertes fue menor de lo habitual debido a las medidas implementadas para contener el COVID-19.

“Pero no podemos asumir que sucederá lo mismo en la temporada de gripe del hemisferio norte. La co-circulación de influenza y COVID-19 puede presentar desafíos para los sistemas de salud y los establecimientos de salud, ya que ambas enfermedades presentan muchos síntomas similares”, recalcó Tedros.

La OMS está trabajando con los países para adoptar un enfoque holístico en la preparación, prevención, control y tratamiento de todas las enfermedades respiratorias, incluida la influenza y el COVID-19.

Tedros recordó que muchas de las mismas medidas que son efectivas para prevenir el COVID-19 también son efectivas para prevenir la influenza, incluido el distanciamiento físico, la higiene de las manos, cubrirse al toser, mantener buena ventilación y utilizar mascarillas.

“Aunque todavía no tenemos una vacuna segura y eficaz para COVID-19, tenemos vacunas seguras y eficaces contra la influenza. La OMS recomienda la vacunación contra la influenza para cinco grupos objetivo: mujeres embarazadas, personas con problemas de salud subyacentes, adultos mayores, trabajadores de la salud y niños. Estos grupos siguen siendo objetivos importantes para la vacunación contra la influenza”, aseguró.

Otra herramienta infrautilizada es el uso de antivirales para tratar a las personas con influenza. “Alentamos a todos los países a utilizar todas las herramientas a su disposición”, dijo Tedros.