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Somos iguales... abracemos nuestras diferencias

Opinión
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Por Martha Herrera González*

Monterrey, México. (Opinión) En Nuevo León tenemos una deuda histórica con los grupos sociales que por años hemos excluido, invisibilizado o anulado; aquellas personas que pertenecen a las comunidades indígenas, migrantes, con discapacidad, adultos mayores, comunidad LGBTTTIQ+, a quienes viven en situación de calle, a quienes sin decidir el entorno que crecieron, hoy viven en adicciones.

De nada nos sirve reconocernos como una sociedad sumamente discriminatoria, si no acompañamos con acciones que permitan poner un alto a prácticas vergonzosas que vulneran a las personas. A casi 74 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, nos preguntamos: ¿Qué hemos hecho para garantizar los derechos para todas y todos? No basta el discurso para restaurar la dignidad de las personas, mucho menos pensar que con instalar rampas y puertas automáticas cumplimos con la tarea; necesitamos que todas las personas tengan acceso a la atención médica, al empleo, a las oportunidades integrales de desarrollo.

Datos de Conapred en la entidad destacan que por cada hombre que declaró tener un tono de piel más claro, que buscó empleo y se lo negaron, hay 19 mujeres que por tener un tono de piel más oscuro solicitaron empleo y les fue negado. ¿Acaso los primeros son mejores candidatos solo por ser hombres de tez blanca? Resulta imperante visibilizar estas expresiones y entender que conllevan consecuencias reales en la vida de las personas.

La política social del gobierno de Nuevo León entiende que para abatir la discriminación en sus múltiples dimensiones se debe fomentar la inclusión e igualdad desde casa, para que nunca más les sean negados sus derechos a los más vulnerables en una oficina pública, pero tampoco en la sociedad, reconociendo que debemos mirarnos a los ojos para descubrir que en efecto somos iguales.

Cerrar las brechas que nos separan, potenciar las capacidades de las personas más vulnerables y comenzar a distinguirnos por la cultura de la inclusión se integran en los programas: Apoyos para la Inclusión en la Primera Infancia, Escuelas de Tiempo Completo, Hambre Cero, Sistema de Cuidados y Visitas para la Primera Infancia, Ruta Violeta, la Cobertura Universal para la atención de niñas, niños y adolescentes con cáncer, Bono por la Inclusión y Equidad; y por supuesto con la creación de la Comisión para la Inclusión y No Discriminación.

Hemos sido convocados a construir una sociedad que abraza nuestras diferencias y aprende de la grandeza de cada persona, dando vida a los valores de respeto, tolerancia y justicia, para que todos tengamos la oportunidad de prosperar.

*Secretaria de Igualdad e Inclusión y coordinadora del Gabinete de Igualdad para Todas las Personas.