El heroísmo solo está en el esfuerzo como construirse como persona.
Por Reyes Gamez/Agencia de Noticias 3er SECTOR
Monterrey, N.L.- Teniendo un personaje de un hombre centenario que encerrado en un psiquiátrico, escribe y dibuja sobre los muros de su celda los recuerdos que va recuperando, es como Alberto Ruy Sánchez lleva al lector a conocer Los sueños de la serpiente (Alfaguara).
“La novela finalmente es la historia de una persona que ha perdido la memoria y que trata de recuperarla, la va recuperando poco a poco, le ha tocado ser testigo de algunas de las cosas más importantes y más crueles; y al mismo tiempo es una historia de amor detrás de todo. El heroísmo solo está en el esfuerzo como construirse como persona, no hay un heroísmo de lucha contra el poder, no hay un heroísmo de cambiar al mundo, lo ha tratado y ha fracasado; lo que consiste es un gran reto: es el reconstruirse así mismo, es una novela sobre la reconstrucción”, señaló Alberto Ruy Sánchez quien ha presentado su novela en la Feria Internacional del Libro Monterrey 2017.
Alberto señaló que “el otro tema que subyace en este libro: es el deseo y el mal, todos mis otros libros me he ocupado del deseo, pero nunca me había ocupado del mal y del deseo, porque en todo el otro ciclo no hay culpa, no hay hacer daño a los demás, todo lo contrario; y aquí el mal se encuentra en donde el mal más reina que es la en la política y en la historia”.
El lector va encontrar como este hombre centenario fue un enamorado frustrado de la mujer que fue seducida utilitariamente por el asesino de Trotsky, al respecto Ruy Sánchez mencionó “que la historia de deseo que siempre me intrigo, es la de la mujer que fue seducida por un mercader para asesinar a Trotsky, que fueron amante dos años, la cultivo, la tuvo como amante mientras iba cuajando la situación para poder acercarse 15 minutos a Trotsky y asesinarlo”. Refirió que algo que lo motivo a investigar sobre esto es debido a “que todos los que escriben sobre esta historia dicen que ella era fea y a mí no me parece fea, a mí me parece que es un juicio no solamente injusto sino que es sexista y es una condena totalmente fuera de lugar como lo es la maldad, es un juicio de personas malas”.
Agregó que “hay cuestionar que más está fuera de lugar, entonces la Revolución rusa es un episodio histórico que ha sido mal visto desde siempre, por ejemplo la gente cree que Lenin era el bueno y Stalin era el malo, en realidad los dos eran malísimos y Trotsky era malísimo también, eran asesinos simplemente en nombre de hacer la revolución. Entonces hay un meollo del mal, un núcleo, una idea central en el mal histórico que es la idea de que por cambiar al mundo, por crear una utopía se justifica asesinar a alguien, la idea del sacrificio humano es una idea aberrante y es la esencia del mal en la historia del siglo XX”.
Conforme uno va leyendo, va encontrando diferentes imágenes que acompañan la narración del personaje para darle mayor intensidad a su relato, sobre esto Alberto dijo que “como obviamente una de mis obsesiones es el arte, me intereso también toda una corriente de artistas, de los cuales yo aspiro a que mi personaje también lo sea, que al principio no son artistas, son simplemente gente que ha perdido la memoria o que ha perdido la razón y que llena sus celdas con dibujos y con escritos, esto le pasa también a este hombre, este hombre es un artista, pero es un artista como lo son en la Historia del Arte algunos locos, lo que llaman el arte bruto, el arte outside, es toda una corriente interesantísima y entonces el elige como padres a algunas de estos artistas y había que mostrar lo que hacían: el grado de obsesión e intensidad que hay en sus obras, que finalmente todas esas imágenes son además importantes porque muestran el grado de intensidad que hay en la escritura misma como un collage de imágenes”.
Los lectores que siguen el trabajo de Alberto Ruy Sánchez han elogiado su obra el Quinteto de Mogador, por ello el escritor espera que Los sueños de la serpiente reciba buenos comentarios por parte del público.
“El Quinteto de Mogador me enseño que hay que atreverse a que cada libro que uno haga sea distinto, aunque los editores estén esperando más de lo mismo, uno tiene que hacer lo que realmente desde el fondo necesita hacer sin importar como lo clasifican los demás. Mi libro que se llama Nueve veces el asombro está publicado en España como poema, en Francia como novela y en Estados Unidos como ensayo, no importa lo que sea, es lo que yo necesito y esta nueva novela también es así, una de las cosas que yo aprendí con el Quinteto es que uno tiene que hacer con enorme sinceridad lo que necesita y tratando de hacerlo lo mejor posible, siempre hay un público que agradece que uno haga el esfuerzo por hacer su mejor labor como artista y como artesano”, comentó el también editor.
