Naciones Unidas.- Después de más de una década de reducción en la mayoría de los países, los niveles de pobreza y pobreza extrema aumentaron en América Latina en 2015 y 2016. Eso fue el hallazgo del informe Panorama Social de América Latina 2017 presentado por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en conferencia de prensa en las oficinas del organismo en la Ciudad de México.
La agencia de la ONU presentó su estudio comparativo de las situaciones sociales en los país de América Latina, con un enfoque en los sistemas de pensiones, y llamó a fortalecer las políticas laborales y de protección social universales, solidarios y sostenible en la región.
Mientras que en 2017 se mantendrían estables, 186 millones de personas se encuentran en situación de pobreza en la región, informó la CEPAL, lo que representa 30.7 % de la población, un aumento de 1% en comparación con el año previo.
De manera igual, la pobreza extrema llegó al 10% en 2016 (61 millones de personas), un crecimiento de 2% en comparación con 2014.
El Panorama Social 2017 muestra también que la incidencia de la pobreza y de la pobreza extrema es más elevada entre niños y niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres y la población que reside en áreas rurales.
Sin embargo, una perspectiva de mediano plazo arroja un balance positivo en materia de reducción de la pobreza, ya que esta se redujo 15,2 puntos porcentuales entre 2002 y 2016, subrayó la Sra. Bárcena.
La desigualdad de ingresos también se redujo entre 2002 y 2016, aunque el ritmo de caída ha disminuido en los últimos años.
“La experiencia reciente nos indica que el aumento de los ingresos en los hogares de menores recursos ha sido imprescindible para la reducción tanto de la pobreza como de la desigualdad de ingresos” sostuvo Bárcena.
“Y a ese crecimiento han contribuido decisivamente las políticas distributivas y redistributivas de los países, como reformas tributarias, salarios mínimos, pensiones y transferencias vinculadas a las estrategias de reducción de la pobreza y a la expansión de los sistemas de protección social”, añadió.
El informe publicado hoy por la CEPAL también analiza la evolución y los desafíos de los sistemas de pensiones, que son fundamentales para la garantía de los derechos a la seguridad social y a la protección social de la región en un contexto de cambios demográficos acelerados.
Se estima que en 2040 las personas de 60 años y más superarán a las de 0 a 14, y que la población de 80 años y más aumentará casi 20 millones para esa fecha. También se observa una tendencia a la feminización de la población adulta mayor.
Aunque se amplió entre 2000 y 2014 la contribución a los sistemas de pensiones en América Latina, se estima que 142 millones de personas económicamente activas aún no están cubiertas. Además, el informe destaca que las prestaciones queden en amplia medida insuficientes.
De acuerdo con el estudio, las reformas implementadas entre 2008 y 2017 en la región evidencian una nueva tendencia, con un denominador común: avanzan en el desarrollo de mecanismos de solidaridad y, en la mayoría de ellas, aumenta la participación del Estado.
El estudio concluye afirmando que la consolidación de sistemas de pensiones universales, solidarios y sostenibles es un objetivo posible y necesario en un pacto social para el desarrollo con igualdad.
Por ello, “el llamado es a fortalecer las políticas laborales y de protección social, más aún en períodos de bajo crecimiento económico, y a implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible a partir de un cambio estructural progresivo”, concluyó la alta funcionaria de las Naciones Unidas.
Redacción: Centro de Información de la ONU en México