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Diseña egresado de la UANL vacuna contra el VIH

Desarrollo
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José Maximiliano Medina Ramírez, graduado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL, hace un gran avance en la medicina moderna. El científico utilizó la ingeniería de proteínas para diseñar una vacuna contra el VIH, que se probará con humanos este 2020.

Por Esperanza Armendáriz  

Monterrey, México. UANL (puntou.uanl.mx).- José Maximiliano Medina Ramírez, científico mexicano egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), ha creado una vacuna experimental con la que se evitará el contagio del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH). En este año, la inyección se probará en humanos.

 

Medina Ramírez es investigador posdoctoral en diseño de vacunas en el Centro Médico Académico (AMC) de la Universidad de Ámsterdam. En 2012, llegó a esta institución holandesa, después de concluir su Doctorado en Microbiología en la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB).

The Bill & Melinda Gates Foundation y la International AIDS Vaccine Initiative financian la investigación.

Asimismo, colaboran las siguientes organizaciones: GlaxoSmithKline, Rockefeller University, George Washington University, The Amsterdam University Medical Centers. 

Para la patente de este desarrollo fueron requisados como inventores los doctores José Maximiliano Medina Ramírez y Rogier Sanders.

El objetivo: salvar vidas

Cuando era niño, Max Medina quería ser bombero. Atender emergencias y salvar vidas eran sus objetivos.

Finalmente cumplirá este sueño, pero desde la investigación, porque esta vacuna será un hito en la historia de la ciencia moderna. Se espera que salve millones de vidas.

“Nací en el 78. La epidemia comenzó a inicios de los ochenta y para cuando yo estaba por entrar a la universidad, el VIH ya mataba a más de un millón de personas por año. 

“Siendo aún muy joven, a mí me causó un gran impacto el ver cómo en esos años, una infección por VIH era igual que recibir sentencia de muerte”, explica el científico.

Al concluir el Doctorado en Microbiología, Medina obtuvo el grado suma cum laude, y ofreció el discurso en representación de los graduandos.

Durante su formación, aprendió sobre el mundo de la investigación gracias al maestro Juan Pablo Márquez Manríquez, quien actualmente trabaja en inmunoterapias contra el cáncer.

En 2012 se fue a Holanda para continuar con su sueño como científico: trabajar en una vacuna contra el VIH.

“Para continuar mi carrera en la búsqueda de una vacuna contra el VIH busqué grupos de investigación en ese campo y fue así que encontré el grupo del Dr. Rogier Sanders de Ámsterdam”, agrega.

El Dr. Sanders, virólogo de la Universidad de Ámsterdam, centra su investigación en el diseño basado en la estructura de mejores inmunógenos de envoltura. 

Su estudio también incluye una combinación única de estrategias de evolución de virus y análisis de rayos X.

En las décadas de los ochenta y noventa, ser portador del virus significaba una doble sentencia: muerte social, por el desconocimiento de la enfermedad y el estigma que la rodeaba; y muerte física, que solía llegar poco tiempo después del diagnóstico.

La vacuna y la prevención

El doctor José Maximiliano Medina Ramírez envió su artículo científico al Journal of Experimental Medicine, donde demostró los resultados de la primera generación de la vacuna experimental.

Se trata de un candidato a vacuna capaz de iniciar respuestas precursoras de anticuerpos neutralizantes de amplio espectro (bNAbs, por sus siglas en inglés) contra la inmunodeficiencia. 

Para el desarrollo de este estudio, se emplearon técnicas de ingeniería de proteínas que estabilizaron la envoltura del virus, también conocida como trimero, utilizado por el virus para infectar y, a la vez, burlar al sistema inmune.

El descubrimiento de estos anticuerpos revolucionó el campo de investigación de vacunas contra el sida.

El doctor Medina Ramírez seleccionó esos anticuerpos y los adaptó mediante ingeniería de proteínas para usarlos como herramientas moleculares.

“Nuestra vacuna experimental contra el VIH es una estructura que hemos moldeado de manera que sea capaz de iniciar respuestas protectoras contra el virus. 

“Nuestro primer objetivo es generar una vacuna preventiva para evitar en primer lugar que el virus entre a nuestro cuerpo”, explicó. 

“Lo que nosotros buscamos es que nuestro cuerpo esté preparado de antemano ante una infección del virus; y la única manera de hacerlo es enseñando a nuestro sistema inmune cuáles son los puntos débiles del virus antes de que sea demasiado tarde. José Maximiliano Medina Ramírez, Investigador posdoctoral en diseño de vacunas en el Centro Médico Académico (AMC) de la Universidad de Ámsterdam.

Han sido ocho años de trabajo en esta línea de investigación y las expectativas del científico han sido superadas con los resultados que tiene hasta el momento.

“Han sido años de mucho trabajo y sacrificio, pero estoy muy contento por los resultados. Mis expectativas desde que inicié mi investigación siempre han sido contribuir lo máximo posible para la generación de una vacuna. 

“El hecho de que mi trabajo vaya a ser probado en un estudio clínico claramente superó todas mis expectativas”, mencionó.

Impacto de antivacunas

Para Max Ramírez, es muy positivo que la gente se cuestione el desempeño de la comunidad científica.

Sin embargo, lamenta que el escepticismo tenga consecuencias muy negativas en algunos sectores de la población, como sucede con la gente que está en contra de las vacunas.

Hay enfermedades que ya no reportaban casos en algunos países, como el sarampión. Y ahora con las campañas antivacunas se han reportado nuevos brotes.

“Eso es muy triste porque hay niños enfermándose o muriendo debido a que sus padres no les vacunaron. Pero una consecuencia positiva de todo esto es que motivará a que haya una mejor y más transparente comunicación entre la comunidad científica y la sociedad en general”, argumentó.

“Si las campañas antivacunación (o el desabasto) continúan, entonces se comenzarán a reportar infecciones o incluso muertes causadas por cualquiera de esos patógenos contra los cuales hasta ahora estábamos protegidos. Algo que sería muy triste de ver es que la polio volviera a México”, concluyó el científico mexicano.