© ACNUR/Pierre-Marc René. Cecilia del Carmen Real Magaña enseña español en una escuela secundaria de Tenosique, en Tabasco, México. La maestra afirma que convivir con los niños de diferentes nacionalidades permite fortalecer el aprendizaje e intercambiar sobre culturas y ser más sensibles a los demás.
Docentes de ciudades del sur de México son sensibles a la situación de miles de niños y adolescentes refugiados y migrantes
Naciones Unidas.- “Creemos que la educación es un derecho humano – independientemente de la nacionalidad –acceder a la educación favorece el desarrollo de los niños. Es bueno para la niñez, la familia, la comunidad, es bueno para todos. Todos ganamos cuando apoyamos a las personas para que se conviertan en ciudadanos educados”, dice María Teresa Niño Ovando, maestra en una escuela de Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas.